Por: Jorge Ganoza B / Publicado en el diario El Comercio el 14 de octubre de 1988.El Perú no es un país pobre. El Perú es un país empobrecido. El Perú posee un territorio difícil y con limitaciones, pero que encierra un gran potencial. El Perú está habitado por gente con debilidades, pero con innumerables cualidades. El Perú tiene muchísimos problemas y algunos de ellos muy difíciles de resolver. El Perú es una macro empresa, que debe ser gobernada con criterio Social Empresarial. Cuando las convicciones enumeradas llegan a ser tan intensas, se convierten para algunos empresarios en premisas o verdades que para ellos no necesitan demostración. Sin embargo, esas verdades tienen que ser reveladas con valor y sinceridad a las grandes mayorías por los políticos, intelectuales y medios de comunicación social. Nos estamos acostumbrando a pensar que somos pobres, así, a secas, y aceptamos ese juicio a fuerza de tanto oírlo decir, sin atrevernos a meditar por un instante que hay una gran diferencia entre la pobreza y el empobrecimiento. Nos empobrecemos por la ignorancia y por la indiferencia que nos llevan a cometer errores de todo tipo, conceptuales, legales y hasta constitucionales. Nos atamos de pies y manos con reglamentos, leyes, decretos, resoluciones y hasta con leyendas.Nos estamos olvidando que hace mucho, mucho tiempo, el hombre fue arrojado del paraíso terrenal para que gane su pan con el sudor de la frente y no con el sudor del de enfrente. Se ha divulgado ampliamente y se repite constantemente que el Perú tiene que crecer económicamente por muy fundadas razones. Pero el crecimiento requiere de inversión y la inversión requiere de confianza y rentabilidad. Ni la inversión es explotación, ni la renta es usura. Si se persiste en esa confusión, y si no se crea confianza y rentabilidad, no habrá inversión. Si no hay inversión, no habrá trabajo y sin trabajo no es posible labrar felicidad ni riqueza. Entonces, nos seguiremos empobreciendo y algún día terminaremos siendo pobres de verdad.
El 50% de la cartera de inversión minera proviene de países con avances en la gestión de riesgos climáticos y de naturalezaSeguir leyendo