En el arranque del año, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) dio a conocer que diez proyectos mineros tienen luz verde, marcando una inversión total de US$ 79 millones. Estas iniciativas, distribuidas estratégicamente en siete regiones del país, se han convertido en la apuesta del gobierno para impulsar la recuperación económica, generar empleo y dinamizar la oferta y demanda de bienes y servicios.

La diversidad de proyectos abarca exploración, explotación y concesión de beneficio, señalando un compromiso integral con el desarrollo sostenible de la industria minera. Las regiones beneficiadas incluyen Ica, Áncash, Moquegua, Arequipa, Pasco, Apurímac y Cajamarca, evidenciando un enfoque descentralizado para distribuir los beneficios de la minería.

Dentro de los proyectos de exploración, destacan nombres como Quicay II en Pasco, La Granja en Cajamarca y Chimú en Áncash. Empresas como la Corporación Minera Centauro, Minera La Granja y Minera Chimú están liderando estos esfuerzos con inversiones significativas, marcando un hito en la expansión del sector. Sin duda una buena noticia para atraer la inversión y dar a conocer que el país está trabajando en que los proyectos salgan. 

Por otro lado, en una reciente entrevista, el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho expresó su entusiasmo y determinación para sacar adelante los megaproyectos mineros. Su visión se compromete a superar obstáculos y apunta a conciliar los intereses de la minería y la protección del agua, destacando su enfoque hacia un desarrollo sostenible.

El ministro ha dejado en claro que está a favor del agua y de la minería. Sin embargo, las noticias nos informan que la inversión en la minería, según el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank, experimentará una recuperación de solo 6% este año, alcanzando los US$ 5,000 millones. 

Si bien este crecimiento es una respuesta positiva a la caída del 9.9% experimentada en 2023, principalmente debido a la escasez de proyectos, aún la proyección se mantiene por debajo de los niveles prepandemia. 

Se vislumbra un cambio con la puesta en marcha de iniciativas brownfield, como la Ampliación Toromocho Fase II y la Reposición Antamina, que se desarrollan en la misma huella operacional y en paralelo al proceso productivo en curso. Estas podrían ser el catalizador necesario para revitalizar la industria minera y consolidarla como el pilar fundamental en la recuperación económica del país.

En resumen, la aprobación de estos proyectos mineros no solo representa una inversión económica sino también una apuesta por un desarrollo sostenible que busca equilibrar el crecimiento con la protección del medio ambiente y el bienestar social.

Juan Carlos Ortiz, segundo vicepresidente IIMP