En lo que se constituyó en un Jueves Minero sin precedentes en la historia del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), el 16 de septiembre se ofreció la primera conferencia íntegramente en idioma quechua, denominada “Simbiosis y un caso de desarrollo comunal con apoyo de la minería”, que estuvo a cargo del presidente de Simbiosis, César Huamán. En la exposición, comentó que esta labor permite mantener un trabajo mancomunado y concertado, que posibilita proteger el medio ambiente y buscar el bienestar de todos con equidad.“En base al sistema de trabajo con ayuda mutua de nuestros antepasados, iniciamos la producción y comercialización del hongo comestible Boletus luetos, con la participación de mujeres. Desde 2010 hasta la actualidad mi pueblo cuenta con más de dos mil hectáreas de cultivo de pino”, explicó.Asimismo, dijo que estos hongos se exportan a los mercados europeos, porque son productos alimenticios con valores nutritivos incomparables y que se pueden utilizar en variedad de platos, guisos y ceviches, entre otros, en la medida que reemplazan a la carne.“En todos los proyectos Simbiosis de producción de hongo en las regiones Lambayeque, Amazonas, La Libertad, Cusco, Áncash, Piura y Huancavelica, las mujeres representan el 95 por ciento de los trabajadores”, detalló.En ese contexto, manifestó que Compañía Minera Poderosa, la Asociación Pataz y Chugay, apoyaron para iniciar estos trabajos en la sierra de La Libertad, por cuanto el cultivo del pino contribuye en la conservación del medio ambiente y los hongos para la economía de los integrantes y trabajadores del proyecto.“Este modelo se debe replicar en las 24 regiones del Perú, con el fin de mejorar los ingresos de las personas que participan y así lograr un mejor nivel de vida en las zonas más apartadas de los centros urbanos”, remarcó.Con este trabajo de apoyo mutuo, Simbiosis fue el ganador de la primera edición de PERUMIN Inspira, que se realizó en el marco de PERUMIN 34 Convención Minera en 2019. En esta conferencia participaron como panelistas: la ingeniera Rayda Prado; el antropólogo Apu Mendoza, miembro de la Academia Mayor de la Lengua Quechua Filial Lucanas (Ayacucho); el profesor José Poma de la Universidad para el Desarrollo Andino y el ingeniero Huilde Meza.