498 MINERIA MARZO

MINERÍA / MARZO 2019 / EDICIÓN 498 23 tancia. A diferencia, en el mundo profesional, casi siempre la tarea debe encararse con criterio de una carrera de postas. Uno siempre será un eslabón más en la cadena de valor del producto final a lograrse. Y allí reside el gran problema de las organizaciones públi- cas, en que cada una se convierte en una isla y entonces el aparato público semeja más a un archipiélago que a una gran cooperativa nacional. Hago este análisis para entender el gran divorcio existen- te entre las organizaciones públicas de los países llamados emergentes —porque se esfuerzan en conquistar el desarrollo tangible e intangible— con sus líderes políticos de turno. Por razones democráticas, cada cierto tiempo, se eligen a los directivos de la nación cuyo rol principal es decidir sobre el gasto público. Estos directivos deberían tener un mínimo de conocimiento del aparato público nacional, con el objeto de identificar las instituciones que pueden ser confiables y cuáles no, de tal forma de tomar sus vitales decisiones, con la mejor información disponible. Por alguna razón, que debe ser objeto de contrición, las instituciones públicas han exagerado su desempeño in- dividual en desmedro de su rol social, lo que ha resultado en una ineficiente carrera de postas nacional. El aparato público es frágil, a pesar de que existen instituciones que corren muy bien su carrera individual, pero que no tienen la menor idea de cómo pasar el bastón con acierto. Pruebas al canto para la nación peruana El Perú tiene una institución pública dedicada a estu- dios geológicos que gasta dos millones de dólares men- suales del tesoro público produciendo, entre otras cosas, estudios de las amenazas por movimientos en masa y estabilidad de taludes andinos. Su producción es exce- lente y tiene un gran respaldo científico internacional. Se supone que esta información debe ser transferida (en posta) a los organismos públicos encargados de mitigar estos eventos. Como la posta no funciona, ya sea porque la entrega del bastón es inadecuada o porque el relevo no tiene la capacidad suficiente para recibir el bastón con la firmeza necesaria, todos los años en el mes de febrero (casi como una historia de muerte anunciada) se suceden deslizamientos que dejan decenas de damnificados. Esta falencia de corredores de posta que son excelentes individualmente, pero que no saben, o no quieren, entregar el bastón con la perfección requerida, se repite en diversos campos del conocimiento profesional y la acción política temporal e improvisada; quienes terminan haciendo análisis y síntesis dislocadas, confundiendo síntomas con causas, y logrando decisiones discordantes que terminan en un inne- cesario derroche de recursos, y lo que es peor, originando víctimas inocentes. La solución está expuesta para que los culpables no sigan impunes al mero estilo del “gran bonetón”.

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