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MINERÍA / MARZO 2019 / EDICIÓN 498 35 volucrado en la identificación de todas las causas de falla. Muchos deciden que este tipo de análisis es demasiado trabajoso, y abandonan la idea por completo. Pero cuando hacen esto, pasan por alto el he- cho que en el día a día el mantenimiento es realmente manejado al nivel de causa de falla. Por ejemplo: n Las órdenes de trabajo o pedidos de tra- bajo surgen para cubrir causas de falla específicas. n La planeación del mantenimiento diario se realiza para tratar causas de falla es- pecíficas. n En la mayoría de las empresas indus- triales el personal de mantenimiento y operaciones tiene reuniones cada día. Las reuniones casi siempre consisten en discusiones acerca de lo que ha fallado, qué las causó, quién es res- ponsable, qué se está haciendo para reparar el problema y a veces, qué puede hacerse para prevenir que vuel- va a suceder. Entonces casi toda la reunión se destina a hablar de causas de falla. n Generalmente, los sistemas de registro de historia técnica registran causas de falla individuales (o al menos qué fue hecho para rectificarlas). (Moubray, 2004, p. 58). Continuando con el ejemplo, estos mis- mos pasos se desarrollan para los otros dos elementos establecidos (ver Tabla 3). El tiempo medio entre fallas del engra- naje es el siguiente: TMEF del engranaje =1.25 años 10 años (5+2+1) De igual forma para la tarjeta electró- nica (ver Tabla 4). El tiempo medio entre fallas de la tarje- ta es el siguiente: TMEF de la tarjeta = año 10 años (6+1+3) Finalmente se calcula el tiempo medio entre fallas del activo para el cual se ana- lizaron estos tres elementos: TMEF del activo= 10 años Fallas rodamiento+Fallas engranaje+Fallas tarjeta TMEF del activo= =0.37años 10 años (9+8+10) Este resultado es un valor que pro- porciona más herramientas para definir acciones encaminadas a mejorar la con- fiabilidad del activo, pues considera la ocurrencia de diferentes causas de falla para sus elementos principales. En la práctica suele asociarse solo a uno de los elementos o a una causa de falla, la ilustración de todo este proceso mues- tra la diferencia al cambiar de enfoque. Puede también presentarse el escenario en que si todas estas causas de falla hubieran generado un paro del activo, existiría una coincidencia entre el tiempo medio entre fallas y el tiempo medio en- tre paradas. Si bien este cálculo es sencillo, el reto para las organizaciones es definir los mé- todos y herramientas para registrar y reco- pilar información a este nivel de detalle. Pero antes de definir estos posibles métodos y herramientas, es importante, como se mencionó anteriormente, tener claro que información brinda este indica- dor para la toma de decisiones sobre los activos, y en caso de que decida esta- blecerse, conocer con qué aspectos está relacionado. El tiempo medio entre fallas por ejemplo, no tiene nada que ver con la frecuencia de las tareas a condición y con la frecuencia de las tareas progra- madas de restauración y de sustitución. Sin embargo, sí tiene ciertos usos muy específicos: n Para establecer la frecuencia de las ta- reas de búsqueda de fallas. n Para ayudar a decidir si merece la pena el mantenimiento programado en el caso de causas de falla que solo tienen consecuencias operacionales o no ope- racionales. (En otras palabras, ayuda a decidir si deben realizarse tales tareas, pero no cuán frecuentemente han de ser realizadas). n Para ayudar a establecer la disponibili- dad deseada de un dispositivo protec- tor. En el primer caso, el tiempo medio en- tre fallas siempre es necesario para tomar la decisión apropiada, pero en los dos si- guientes casos solo se usa si la naturaleza y consecuencia de las fallas son tales que debe efectuarse un análisis riguroso. También tiene una cantidad de usos aparte de la formulación de políticas de mantenimiento, como: n En el campo del diseño: para llevar a cabo una justificación de costos deta- llada en caso de una modificación pro- puesta. n En el campo de las compras: para eva- luar la confiabilidad de dos componen- tes diferentes que pueden tener la misma aplicación. n En el campo de la información geren- cial: un camino para asegurar la efecti- vidad global de un programa de man- tenimiento es controlar el tiempo medio entre fallas no anticipadas de cualquier activo. (Moubray, 2004, p. 262-263). Es muy importante tener en mente este análisis, para entender que cuando se ha- bla del tiempo medio entre fallas de un activo, este está considerando varias cau- sas de falla, que si no se conocen, puede hacerse una interpretación que lleve a con- clusiones equivocadas. El acertijo de Resnikoff “ La adquisición de la información con- siderada como de suma necesidad por los que diseñan la política de mantenimiento – información sobre las fallas críticas- es en principio inaceptable y es evidencia de la falla del plan de mantenimiento. Esto es porque las fallas críticas causan pérdidas potenciales de vidas, pero no hay tasa de pérdida de vida que sea aceptable para ninguna organización como precio de la información de fallas a ser usada para el diseño de una política de mantenimien- to… ” H.L. Resnikoff. ¿Cómo mejorar la confiabilidad? En la actualidad, el problema que en- frenta el personal de mantenimiento no es solo aprender cuáles son las nuevas téc- nicas, sino también ser capaz de decidir cuáles son útiles y cuáles no, para sus pro- pias organizaciones. Si se eligen adecuadamente y se usan de manera integrada, es posible que se mejoren las prácticas y los resultados de mantenimiento y, asimismo, se optimicen los costos. Si se elige mal, se crean más problemas que a la vez harán más graves los existentes. Las organizaciones quieren asegurar su futuro mediante la definición de estra-

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