25 AÑO 3 - Nº 88 / ENERO 2022 minería, que se implementara en 1992, posibilitó el reconocimiento de muchos nuevos proyectos, algunos ya con estudios de ingeniería listos para ser desarrollados. Hoy, el país cuenta con proyectos que demandarán más de US$ 53,000 millones de inversión, capaces de duplicar la producción actual y generar cerca de 2 millones de empleos adicionales. Todos ellos no se han desarrollado a la fecha por supuestos conflictos socioambientales, que se podrían destrabar rápidamente a través del diálogo y de un trabajo coordinado entre el Estado, el sector privado y la población. Recientemente, la actuación del nuevo gobierno está paralizando la prospección y exploración, y ya no solo está deteniendo el desarrollo de nuevos proyectos, sino también afectando la continuidad de los existentes. Si graficamos el impacto del sector en números, la minería representa el 10% del PBI y el 60% de las exportaciones a nivel nacional. Además, es la actividad económica con la más alta presión tributaria. En el Perú soporta una mayor presión impositiva que en los demás países mineros como Chile, Australia y Canadá. El 47% de sus utilidades se destinan al pago de diversas contribuciones al tesoro público. Mientras en el 2020 el sector minero aportó S/ 4,073 millones en impuestos, en el 2021 se espera llegar a los S/ 14,000 millones por ese concepto, lo cual es una cifra récord. El resultado se debe principalmente al efecto combinado de los
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