REVISTA MINERÍA 540 | EDICIÓN SEPTIEMBRE 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / SEPTIEMBRE 2022 / EDICIÓN 540 61 Introduction Literature Review Sublevel open stoping with delayed backfill placement is one of the most common underground extraction methods and is used extensively in Canadian mines (Potvin & Hudyma, 1989, 2000, Villaescusa, 2003). In general, a steeply dipping tabular orebody is exploited where the boundaries with the host rock mass formations are clear and where all the geologic units have moderate strength properties (Pakalnis & Hughes, 2011). In several of its variations, the mining method results in the formation of different types of temporary pillars that are eventually extracted. Horizontal pillars within the orebody separate between mining blocks while vertical ones serve to separate between primary, secondary, or tertiary stopes. Depending on the mining sequence implemented, the locations of these pillars and time of their extraction vary, thus affecting the concentration and magnitude of induced stresses (Pakalnis & Hughes, 2011). A vital ground control tool available to the mining engineer is to modify the stope sequence and implement the one that provides the least degree of instability (Potvin & Hudyma 2000, Castro et al., 2012). Numerical modelling is currently a standard practice in the mining industry, and it can be effectively used to predict the level of instability for multiple stope sequence alternatives in a relatively short period of time. A calibrated model can be combined with engineering criteria used for underground de sign – compressive, tensile, or shear strength, structurallycontrolled instability, or rock bursting poten- tial – to examine the potential for their occurrences in each extraction sequence (Board et al., 2001; Wiles 2006; Castro et al., 2012). The use of 3D codes is essential for this type of analysis as the stopes being extracted Figura 1. Vista isométrica del bloque minero, de la red de desarrollo y de las formaciones de la roca huésped. cientes, 1-4-7 y 1-5-9. La relación de cizallamiento frágil es el criterio de inestabilidad que se utiliza en combinación con el análisis volumétrico para evaluar cuantitativamente los méritos de cada secuencia. Introducción Reseña bibliográfica La explotación a tajeo abierto por subniveles con relleno retardado es uno de los métodos de extracción subterránea más comunes y se utiliza ampliamente en las minas canadienses (Potvin & Hudyma, 1989, Después del 2000; Villaescusa, 2003). En general, se explota un cuerpo mineralizado tabular de fuerte buzamiento en el que los límites con las formaciones del macizo rocoso anfitrión son claros y en el que todas las unidades geológicas tienen propiedades de resistencia moderadas (Pakalnis & Hughes, 2011). En varias de sus variantes, el método de explotación minera da lugar a la formación de distintos tipos de pilares temporales que acaban siendo extraídos. Los pilares horizontales dentro del cuerpo mineralizado sirven de separación entre los bloques mineros, mientras que los verticales se usan para separar entre los tajeos primarios, secundarios o terciarios. Según la secuencia minera implementada, tanto la ubicación de estos pilares como el momento de su extracción varían, afectando así a la concentración y magnitud de las tensiones inducidas (Pakalnis & Hughes, 2011). Una herramienta vital para controlar el terreno es modificar la secuencia de tajeo e implementar la que proporcione el menor grado de inestabilidad (Potvin & Hudyma 2000, Castro et al., 2012). El modelado numérico es actualmente una práctica habitual en la industria minera, y puede utilizarse eficazmente para predecir el nivel de inestabilidad de múltiples alternativas de secuencias de tajeo en un periodo de tiempo relativamente corto. Un modelo calibrado puede combinarse con los criterios de ingeniería utilizados para el diseño subterráneo –resistencia a la compresión, a la tracción o al cizallamiento, inestabilidad estructuralmente controlada o potencial de estallido de rocas– para examinar la posibilidad de que se produzcan en cada secuencia de extracción (Board et al., 2001; Wiles, 2006; Castro et al., 2012). El uso de códigos 3D es esencial para este tipo de análisis, ya que los tajeos que se extraen no son necesariamente coplanares con otros. Una ventaja adicional de la utilización de modelos 3D es la capacidad de cuantificar el volumen del macizo rocoso que ha sido extraído o que ha sido declarado "en riesgo" en función de un determinado criterio de inestabilidad. Dado que se requieren propiedades adecuadas del macizo rocoso para llevar a cabo un tajeo abierto por subnive-

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