REVISTA MINERÍA 540 | EDICIÓN SEPTIEMBRE 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / SEPTIEMBRE 2022 / EDICIÓN 540 73 activos en cada etapa de explotación para las tres alternativas de secuencia. La primera observación es que se producen fluctuaciones en términos de mineral en riesgo entre las opciones 1-4-7 y 1-5-9, siendo la de pilar decreciente la que menos inestabilidad presenta en la mayoría de las etapas de explotación. El enfoque 1-5-9 registra el mayor volumen de mineral inestable en las fases inicial y final de la extracción de los niveles activos, mientras que la secuencia 1-4-7 asume este papel a mitad de las operaciones mineras. En la penúltima fase de explotación, tanto la secuencia 1-4-7 como la 1-5-9 presentan valores comparables con el enfoque de pilares decrecientes que registran la mitad de sus volúmenes de mineral en riesgo. La disposición de los tajeos extraídos y no explotados para las secuencias de pilares decrecientes, 1-4-7 y 1-5-9 se presenta en la etapa 14, 15 y 13, respectivamente, en la Figura 4. La segunda observación es que, en lo que respecta al piso y al techo, la secuencia de pilares decreciente conduce al volumen de macizo rocoso inestable en la mayoría de las fases de explotación. Una vez extraídos los niveles, los valores entre los otros dos enfoques son comparables con los del pilar decreciente. Sin embargo, aunque los tres dejan un volumen similar de roca huésped inestable una vez que se ha completado la extracción del mineral, se puede observar claramente que un enfoque de pilar decreciente precipitaría volúmenes significativos de roca huésped microsísmicamente activa durante las operaciones de minería. Sin duda, esto supondría más desafíos que las otras dos alternativas para las estrategias de control del terreno, especialmente porque la red del túnel de acarreo y del crucero se encuentra dentro del piso. Los mayores volúmenes de roca huésped en riesgo también podrían dar lugar a la dilución del mineral desde el lado del tajeo durante la extracción. Impacto en los niveles activos del cuerpo mineralizado Las Tablas 4, 5 y 6 presentan los volúmenes acumulados de roca inestable en el cuerpo mineralizado en cada nivel activo para las tres secuencias de tajeos, así como en las labores no explotadas en L1580 y L1430. La Figura 5 presenta visualmente el volumen de mineral no extraído en riesgo para todos los niveles activos –así como L1580 y L1430– en las tres secuencias de cada etapa de explotación. En el enfoque de pilar decreciente, la inestabilidad de cada nivel activo no supera los 25,000 m3 (7.5%) del mineral no extraído, excepto en L1460 entre las etapas 20 y 24. Esto se debe a que el pilar disminuye en altura y anchura en los dos niveles superiores –L1490 y L1460– al final de las etapas de extracción. En la secuencia 1-4-7, la inestabilidad oscila entre 30,000 y 75,000 m3 (9-23%) a partir de la etapa 14 en L1520, L1490 y L1460. Hay que tener en cuenta que se propillar sequence leads in the volume of unstable rock mass for most of the mining stages. Once the levels are extracted, the values amongst the other two approaches are comparable with those of the diminishing pillar one. However, although all three leave behind a similar volume of unstable host rock once ore extraction has been completed, it can clearly be observed that a diminishing pillar approach would precipitate significant volumes of microseismically active host rock during mining operations. This would undoubtedly provide more challenges than the other two alternatives for ground control strategies, especially since the haulage drift and crosscut network lies within the footwall. Larger volumes of host rock at risk could also result in ore dilution from the hanging wall side during stope extraction. 1.1 Impact on active levels in orebody Tables 4, 5, and 6 present the cumulative volumes of unstable rock in the orebody on each active level for the three stope sequences, as well as in the unmined stopes on L1580 and L1430. Figure 5 visually presents the volume of unmined ore at risk for all active levels – as well as L1580 and L1430 – in all three sequences at each mining stage. In the diminishing pillar approach, instability for each active level does not exceed 25,000 m3 (7.5%) of the unmined ore except on L1460 between stages 20 and 24. This is due to the pillar decreasing in height and width in the upper two levels – L1490 and L1460 – at the end of mining stages. In the 1-4-7 sequence, instability ranges from 30,000 to 75,000 m3 (9-23%) from stage 14 onward on L1520, L1490, and L1460. It should be noted that these occur in phases on each active level – at stages 14 to 16 on L1520, at stages 16 to 20 on L1490, and at stages 20 to 22 on L1460. In the first case, slender pillars are formed on L1520 and L1490, which explains the high percentage of ore at risk on the lower level. The same scenario is repeated between stages 16 and 20 for L1460 and L1430. Similarly, stages 20 to 22 comprise the formation of the last rib pillars on L1460. In the 1-5-9 alternative, the highest percentages of ore at risk range between 25,000 and 55,000 m3 (8- 17%) from stage 14 to 20 on L1520, from stage 14 to 22 on L1490, and from stage 18 to 22 on L1460. This occurs when slender pillars extend from L1550 to L1460 at stage 14 and remain in place until the lower stopes are mined on L1550 and L1520 by stage 22. The quantitative assessment of ore at risk for each mining stage is important not only to select an option that minimizes the overall volume of unstable

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