REVISTA MINERÍA 540 | EDICIÓN SEPTIEMBRE 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / SEPTIEMBRE 2022 / EDICIÓN 540 98 la dimensión del grano del mineral; si se cumple esta norma, la resistencia de la muestra no se verá afectada si se reduce el tamaño del grano. La aplicación de esta analogía al tamaño de los bloques intactos en un macizo rocoso tiene cierta validez. Una gran cantidad de grava angular puede formarse hasta un ángulo de reposo de aproximadamente 38º. Si el tamaño medio de la muestra se redujera a la mitad, y se mantuviera el mismo carácter angular, el ángulo de reposo no cambiaría significativamente. Esto sugiere que el factor de resistencia GSI solo puede aplicarse cuando el volumen de roca cargado es muy grande en relación con el tamaño del bloque. Si una reducción del tamaño de los bloques intactos influye en la estabilidad de la estructura de ingeniería que se está diseñando, el término GSI no debe utilizarse, ya que no es sensible al tamaño de los bloques ni a la separación de las discontinuidades. El autor no sabe cómo podría determinarse una proporción adecuada entre el tamaño de la estructura de ingeniería y la dimensión del bloque, pero sugiere que es una tarea que pueden realizar los usuarios con experiencia en resistencia GSI. A continuación, se ofrecen algunas pautas para la aplicación del GSI en el análisis de fallas: "El criterio de falla de Hoek-Brown solo es aplicable a macizos rocosos intactos o muy articulados que puedan considerarse homogéneos e isotrópicos", (Hoek et al., 1995). Caracterización cualitativa del macizo rocoso frente a la cuantitativa Los sistemas Q´ y RMR76´ consisten en evaluaciones del tamaño y quizás de la forma de los bloques intactos de roca limitados por discontinuidades, el estado de la superficie de la discontinuidad o las propiedades de fricción, la resistencia de la roca intacta y las condiciones del agua subterránea. El método de evaluación de estas categorías ha evolucionado desde evaluaciones principalmente subjetivas de los factores hasta más cualitativas. La resistencia de la roca intacta, la separación de las juntas y el agua subterránea se evalúan en términos bastante cuantitativos. El término de evaluación de la discontinuidad es más subjetivo y contiene descripciones como "superficies muy ásperas" y "superficies ligeramente ásperas", que requieren experiencia para diferenciarlas y no proporcionan una evaluación muy precisa. El sistema de clasificación RMR ha evolucionado para ser más cuantificable (Bieniawski, 1989), y otros han intentado mejorar la caracterización del macizo rocoso mejorando nuestra capacidad para medir las propiedades de este, tales como la superficie de discontinuidad. La evaluación de juntas para RMR89 es más cuantificable y podría utilizarse con RMR76´ si la calificación RMR89, que es de un máximo de 30, se redujera al valor RMR76´ de 25. the loaded volume of rock is very large relative to the block size. If a reduction in intact block size would influence the stability of the engineering structure under design, then the GSI term should not be used for design since it is not sensitive to block size or discontinuity spacing. The author does not know how an appropriate ratio of engineering structure size to block size could be determined, but suggests it is a determination experienced users of the GSI Strength make. The following provides some guidelines for the application of GSI for failure analysis; “The Hoek-Brown failure criterion is only applicable to intact or to heavily jointed rock masses which can be considered homogeneous and isotropic.” (Hoek et al., 1995). Qualitative versus Quantitative Rock Mass Characterization The Q´ and RMR76´ systems consist of assessments of the size and perhaps shape of intact blocks of rock bounded by discontinuities, the discontinuity surface condition or frictional properties, intact rock strength, and groundwater conditions. The method of assessment of these categories has evolved frommainly subjective assessments of factors to more qualitative assessments. Intact rock strength, joint spacing, and groundwater are assessed in fairly quantitative terms. The discontinuity assessment term is more subjective and contains descriptions such as “very rough surfaces” and “slight- ly rough surfaces,” which require experience to differentiate between and do not provide a very precise assessment. The RMR classification system has evolved to be more quantifiable (Bieniawski, 1989), and others have attempted to improve rock mass characterization by improving our ability to measure rock mass properties such as discontinuity surface properties. The joint assessment for RMR89 is more quantifiable and could be used with RMR76´ if the RMR89 rating, which is out of a maximum of 30, was scaled down to the RMR76´ value out of 25. The Q´ system is possibly the least subjective method currently in common use. The more analytical and quantitative descriptions used in the Q´ system are coupled with an assessment of more rock mass parameters, and these assessments are divided into many more categories. For instance, the RMR76´ system describes the condition of discontinuities with five broad categories. The Q´ system, with its assessment of smalland largescale roughness, alteration, and infilling can differentiate between more than 60 conditions of joint surfaces. The Q´ system can give very precise rock classification

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