60 Edición Semanal equipos, los industriales usuarios de los metales, los que venden ingeniería y otros intangibles a los mineros, pero para ellos y para los titulares de los recursos es un juego en el que siempre perderán: se quedarán con los pasivos a la vez que sus gentes solo se seguirán ocupando de las tareas menos calificadas. El mismo juego que viene de la Colonia. Siempre pierden. Entonces, cuál debería ser la estrategia de los titulares de los yacimientos –el fundamento de sus decisiones– para revertir la situación. La minería por la minería ya no puede seguir siendo aplicable, ya se agotó. Habrá que buscar una teoría que transforme los minerales en recursos para la sociedad, que los convierta en creadores de valor continuo. Para mantener el volumen de finos, en el Caso, se tendría que haber elevado la extracción en 30%, respecto a la del año [X-2], si es que se mantuvieran las leyes, pero, como sabemos que se seguirán deteriorando, el incremento tendría que ser algo mayor. Supongamos que se decida elevarla en 40%, de 4,200 ton/día a 6,000 ton/día, es decir, un incremento de 1,800 toneladas/día que a US$ 60,000/ton-día (cifra muy conservadora) exigiría un gasto de capital de US$ 110 millones, que solo servirían para mantener el mismo output, 145,000 ton de zinc equivalente por año. Como ya se ha dicho, ese gasto de capital no se puede considerar como inversión porque no cambiará la empresa, sería un simple costo operaciónal, y si se le aplicara al P&G del año [X] se terminaría con (US$ 110 millones – US$ 92 millones) una pérdida estructural de US$ 18 millones, a pesar del elevado nivel de precios. Aunque esa cifra no será el resultado que mostrará el P&G oficial porque los US$ 110 millones por el gasto de capital serán activados en [B] y, solo aparecerá en el P&G el respectivo cargo por depreciación. Este análisis que determina el valor del resultado empresarial es la tarea de los ejecuti-
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