REVISTA MINERÍA 541 | EDICIÓN OCTUBRE 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / OCTUBRE 2022 / EDICIÓN 541 114 En el año de 1900 los Sindicatos nuevamente encomiendan a Alfred William McCune, miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y empresario minero-maderero americano, que vuelva al Perú, esta vez para consolidarlos. El Minero Ilustrado en febrero de 1901 difundía premonitoriamente la noticia de lo que sería una nueva era en la minería del Centro del Perú: “Cerro de Pasco Mining Company es el nombre del Sindicato yanqui representado en este asiento por el señor James Mac Farlane que en breve dará principio a los trabajos de explotación en este tradicional emporio de riquezas. Han llegado varios empleados americanos que han hecho el viaje en carretas tiradas por dos parejas de mulas cada una. Ayer llegó el primer convoy de carretas conduciendo equipajes y madera”. Como recordamos este épico viaje lo describí al detalle cuando llegó al puerto limeño la Cerro de Pasco Mining desde los Estados Unidos de América. De otro lado y por esos mismos tiempos −inicios de 1901− McCune cumplía su tarea realizando muy buenos negocios y luego de lo cual regresa a Nueva York donde patrocina la formación de un mega Sindicato Minero integrado por Haggin Syndicate, JP Morgan, Bences Clay Frick, Darius Ogden Mills y William Hearst James minero de Dakota y Montana, con la finalidad de dar cumplimiento a su misión de financiar y crear una empresa del cobre peruano que luego por su ubicación territorial la denominarían Cerro de Pasco Investment Corporation con una inversión inicial de US$ 60 millones, ese sería el nombre inicial de esa corporación financiera americana, nombre que por su expansión de 1915 cambiaría a Cerro de Pasco Copper Corporation. La Compañía, como llegaría a ser más conocida, y sin duda ayudada por el Estado peruano tuvo a su favor varios golpes de suerte, lo que facilitaría su éxito en el largo plazo. Por ejemplo, el Código de Minería de 1901 debilitó una tradición de 350 años de propiedad estatal de los derechos mineros adicionando nuevos intereses al hacer constar que cualquier no residente en el Perú era elegible para poseer títulos mineros. Apuntalando aún más a la minería del centro el gobierno peruano a fines del siglo XIX construye un ferrocarril entre Lima y La Oroya, que resolvía el problema del acarreo de mineral hasta el puerto limeño, pues pasó de ser trasladado a sangre a ser llevado al puerto en máquinas movidas por vapor. Estos hechos facilitaron la transición a la nueva producción minera cuprífera. La primera fundición de cobre de la Cerro de Pasco se construyó en Tinyahuarco, 1906, cerca y rodeada por las antiguas haciendas 4. 1921. Oficinas Generales de la fundición Cerro de Pasco próximas a ser inauguradas. Foto original en B&N datada casualmente hace 121 años.

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