54 Edición Semanal Les agradezco por su invitación a esta importante Convención y también les felicito por la iniciativa de convocarla, en especial en el actual contexto del país que plantea la necesidad de encaminarnos hacia un Desarrollo Humano Integral donde nadie quede excluido. Debo manifestarles que cuando recibí la invitación a este magno evento, me pregunté ¿qué puede decir un obispo en un congreso minero? Enseguida me vino a la memoria el primero de los párrafos de la Constitución Pastoral Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II. Cuando habla del gozo y la esperanza, la angustia y la tristeza de los hombres y mujeres de nuestros días. También dice: “nada hay verdaderamente humano que no tenga resonancia en el corazón de la Iglesia”. Así, Ustedes entenderán que me sentí aliviado y… ¡aquí me tienen! También debo confesarles que he buscado información sobre el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, y he (*) Arzobispo Metropolitano de Trujillo, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano. Reflexiones de Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte(*) Opinión Ponencia ofrecida en la Cumbre Minera, PERUMIN 35 Convención Minera.
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