36 Edición Semanal Las universidades y centros de formación técnica (CFT) tienen la ineludible responsabilidad de actualizar los contenidos académicos de las carreras vinculadas al sector minero con la finalidad de disponer de una masa crítica de capital humano altamente especializada que la industria requerirá en el corto y mediano plazo. Las complejidades por las que atraviesan las empresas minero-metalúrgicas, sumado al empleo de las metodologías ágiles y el transitar hacia una trasformación digital-cultural, promueve en gran medida el desarrollo y aplicación de tecnologías tales como: el almacenamiento en la nube, el tratamiento de altos volúmenes de datos, la ciberseguridad, la impresión 3D, la realidad aumentada y virtual, metaverso, la inteligencia artificial, la automatización de los procesos, la robótica y la computación cuántica. Asimismo, la cadena de bloques, la creación de modelos matemáticos y algoritmos, los sistemas ciber-físicos, el aprendizaje de máquinas, el internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés), la computación cuántica, la nanotecnología, la biotecnología y los nuevos materiales, son algunos ejemplos de tecnologías que directivos, profesionales y técnicos deben aprender, conocer y emplear con el norte de impulsar y, por ende, materializar proyectos mineros de vanguardia, si en realidad existe voluntad más allá de la disponibilidad de recursos para agregar valor y alcanzar estadios superiores en materia de innovación, productividad laboral, seguridad, eficiencia sistémica y desarrollo humano. Sumado a lo anterior, el estudio, análisis e investigación amerita la incorporación de materias vinculadas a competencias del ámbito ambiental, tales como: cambio cli-
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