REVISTA MINERÍA 545 | EDICIÓN FEBRERO 2023

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / FEBRERO 2023 / EDICIÓN 545 90 cionamiento modernos hornos de plomo. Además, aparecen empresas con capitales frescos que inician nuevos proyectos como Río Pallanga, el Sindicato Minero Cercapuquio y la Compañía Minera Atacocha, en adición el Banco Minero creado en 1940 sin duda sirvió para promover la pequeña y mediana minería desde varias ópticas productivas. Se crean instituciones gremiales, científicas y de índole industrial como la Corporación Peruana del Santa en 1942, que impulsaron el desarrollo siderúrgico con la creación de la compañía de mineración del hierro en Marcona, además de propiciar industrias conexas como una central hidroeléctrica y una planta siderúrgica en Chimbote. Para 1943 se crea nuestro Instituto de Ingenieros de Minas del Perú y en 1944 el Instituto Geológico del Perú. La minería posbélica El inicio de los cincuentas sería el tiempo cuando se libere el conocido Código de Minería de 1950, hecho clave para un nuevo impulso minero, pues entre otros adelantos racionalizaría los impuestos mineros, permitiría mayores márgenes de depreciación y agotamiento de las minas. A la sombra de estos esperados auxilios tomarían impulso nuevas inversiones: en 1952 fue el turno del hierro con la Marcona Mining Company, luego arribaría Southern Perú Copper Corporation para obrar Toquepala −en sus inicios fueron los tiempos de la americana Asarco, después y cerca a fin de siglo cambiaría a Grupo México−. Toquepala en esos calendarios fue la mayor mina de cobre en nuestra patria. La minería del centro tampoco se queda atrás: la Cerro de Pasco inicia la extracción intensiva de zinc y plomo en el Cerro de Pasco y en Casapalca. La minería en tiempos “revolucionarios” El final de la década de los sesenta traería cambios profundos al quehacer minero comenzando por la caída de precios del plomo y zinc que lentificaría a la mediana minería aún con la acción protectora del Banco Minero. Igual la robusta inversión extranjera de los 50 e inicios de los 60 decaía a causa del aumento de los impuestos que pusieron en guardia a los inversionistas mineros quienes quizá ya avizoraban lo que vendría después. Tuvieron razón, en el cíclico discurrir peruano un gobierno militar se establecía en 1968 y aun cuando esperables, los cambios que tocaron a la minería fueron profundos porque el gobierno consiguió desestructurar la propiedad al establecer nuevos roles para el Estado. Para los mineros en la década de los olvidables 70 lo que tendría que llegar llegó, una serie de circunstancias político sociales tuvo efectos aciagos sobre la minería, la producción de cobre y hierro bajó sustancialmente, no obstante el plomo, plata y zinc saldaron positivamente solo por la mejora de precios, y si se vio repuntar al oro fue porque el Banco Minero apoyó el desarrollo de la pequeña minería de placer. Ya en 1968 la reforma del Ministerio de Minas nos había traído la creación del nuevo Ministerio de Energía y Minas que como su nombre lo indica, a partir de entonces manejaría los sectores de Energía y Minas. Esto propició que en 1970 con el D.L. 18225 el Estado irrumpa directa y monopólicamente en el negocio minero, desde mineración a fundición-refinación y comercialización. Además, el Estado impuso una serie de

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