18 Edición Semanal Como es público, el 12 de enero un grupo de manifestantes también ingresó al campamento minero de Antapaccay, ubicado en Espinar (Cusco). De acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas, una camioneta y una minivan, de propiedad de una empresa comunal, fueron incendiadas. Julcani Compañía de Minas Buenaventura informó que la unidad minera Julcani (Huancavelica), reinició sus operaciones, al contar con las condiciones “adecuadas de seguridad y de respaldo social, gracias al trabajo conjunto con las comunidades campesinas cercanas a la mina, que manifestaron su rechazo a los actos de violencia realizados por un grupo de personas ajenas al área de influencia”. Tanto las comunidades del entorno como los diferentes sindicatos expresaron públicamente su rechazo a los actos vandálicos realizados en Julcani, tras lo cual extendieron un pedido formal a Buenaventura para el reinicio de las operaciones. La empresa reiteró su rechazo a todo acto de violencia y expresó su reconocimiento a las comunidades aledañas por “su solidaridad, respaldo y compromiso con una operación que trabaja de la mano con la población local desde hace 70 años”. El 5 de febrero, un grupo de pobladores de comunidades que están fuera del área de influencia de Julcani cometieron actos de vandalismo contra la operación minera, obligando a paralizar sus actividades. La mina subterránea de plata en vetas angostas inició operaciones en 1953. Con el respaldo de las comunidades reinició operaciones.
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