MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / MARZO 2023 / EDICIÓN 546 76 En esta época decrece el nivel del agua en la laguna y se puede realizar excavaciones de forma rectangular a lo largo de toda la orilla, para luego rellenarlas con el agua salada para la evaporación natural con el calor solar, luego de un periodo retiran la sal de las excavaciones, secándolas naturalmente hasta su madurez. Las dos Salinas de Tiquillaca, el lugar de donde obtendrían sal, están formadas por rocas calcáreas, en partes con conglomerados de cuarzo. Allí realizarían excavaciones diversas hasta donde desaparecía la capa calcárea y surgía agua salada algo amarga. El agua salada sería retirada y trasladada a otros pozos, las fuertes heladas efectuarían la cristalización cúbica de la sal, como consecuencia de la evaporación del agua. La sal de los pukarás debió ser uno de sus productos de intercambio, esta civilización desarrolló gran actividad comercial por la zona sur del actual territorio peruano, sus caravanas de llamas llegarían a Marcavalle (Cusco) y Nasca (Ica), entre otros lugares. La crianza de auquénidos andinos especialmente de llamas y alpacas, fue la base de la economía de los pukarás. Las llamas eran utilizadas como animales de carga, sus lanas eran usadas para la confección de textiles y de su carne preparaban el charqui. La sal derivada de la halita tiene múltiples usos, en la industria alimentaria se utiliza como condimento, para el salado de carnes, pescado y elaboración del jamón serrano. En la industria química, para la obtención de soda cáustica, bicarbonato sódico, ácido clorhídrico, también en cristalería, en jabonería y en el curtido de pieles. Igualmente, en temporada de invierno para derretir el hielo y la nieve de las carreteras y vías públicas. Casi mil años después del ocaso de Pukará, su territorio fue ocupado por los incas. «...Lloque Yupanqui... pasó adelante al pueblo que hoy llaman Pucara, que es fortaleza, la cual mandó hacer para defensa y frontera de lo que había ganado, y también porque se defendió este pueblo y fue menester ganarlo a fuerza de armas...» (Garcilaso de la Vega, pág.78). Bibliografía Cieza de León, Pedro. 1984. «La crónica del Perú» [1553]. Historia 16. Madrid, España. De la Vega, Garcilaso. 1998. «Comentarios reales de los incas» [1609]. Editorial Porrúa. México D.F., México. «Degollador».
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