MINERÍA Edición Semanal 165 | Del 10 al 16 de julio 2023

31 AÑO 4 - Nº 165 / JULIO 2023 roja”. ¡Se trataba de rocoto! La anécdota la contaba con una gracia tremenda. Él tenía un sinfín de historias que gozaba contar con una gracia y expresión que lograba captar la atención y la sonrisa de cualquier persona que lo escuchara. Le gustaban mucho las tertulias después de la jornada laboral, que solía acompañar de una cerveza. Al día siguiente llegaba a la jornada de trabajo medio dormido y solía decir que estaba en proceso de “despertación”. En 1975 decidió cambiar de rumbos y buscar una superación profesional. Había conocido a mi padre, Alberto Benavides, y a algunos ingenieros de Buenaventura que habían visitado la Compañía Explotadora de Minas San Agustín (CEMSA) con intenciones de invertir en el desarrollo de la mina, cosa que se logró y luego se formó Minera Colquirrumi, en asociación con la familia Piaggio. Fue así que se acercó a las oficinas de Buenaventura en busca de trabajo e inició su carrera en Julcani. Allí no solo mostró sus habilidades técnicas, su calidad de líder y su carisma, también terminó enamorándose de una encantadora joven asistenta social, Norma Prieto. Ellos se casaron y formaron una bella familia que siempre estuvo ligada a Buenaventura y a los que trabajamos en ella aún después de jubilarse. Han sido y seguirán siendo parte de la familia Buenaventura, como tantas de las familias que hemos crecido con la empresa. Mario era un ingeniero brillante, con un conocimiento técnico superior y una pasión por hacer bien su labor. Trabajaba con un entusiasmo que contagiaba a jefes y subalternos. Hoy día se habla de empatía, inteligencia Mina Toachi, 1981. Mario Palla junto al expresidente de Ecuador, Galo Plaza.

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