REVISTA MINERÍA 551 | EDICIÓN AGOSTO 2023

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / AGOSTO 2023 / EDICIÓN 551 36 lixiviados, el marco regulatorio y las pautas específicas deben evolucionar hacia la administración de TSF y LPF, como el código de gestión de cianuro (ICMI, 2016). El desarrollo actual de un incipiente progreso de las mejores tecnologías disponibles (MTD) y un enfoque holístico ha permitido la evolución de un primer paso de prácticas sostenibles, que ha logrado beneficios tales como: (i) reducción del suministro de agua de reposición, (ii) reducción de riesgos de falla en zonas sísmicas, mejorando así la estabilidad física de los TSF y LPF, (iii) maximizar la recuperación de agua, (iv) obtener una menor huella de TSF y LPF, (v) y un control efectivo del polvo, todo lo cual redujo los impactos ambientales negativos. Paradigma futuro Los beneficios alcanzados con el desarrollo de las mejores tecnologías disponibles (MTD) son una buena razón para promover el cambio de TSF y LPF convencionales a soluciones alternativas ecológicas para grandes operaciones mineras nuevas o existentes. Cada día se acepta más el despliegue de MTD como soluciones sostenibles (Lébre y Corder, 2015; Cacciuttolo, 2015b; Cacciuttolo y Holgado, 2016). Un nuevo paradigma establece que los antiguos depósitos de desechos mineros relacionados con actividades mineras y metalúrgicas pueden considerarse como recursos y reservas significativas de metales valiosos porque estos últimos no fueron explotados o porque pueden permanecer metales económicamente recuperables. Los países pueden identificar depósitos de desechos mineros antiguos interesantes a nivel nacional y evaluar el potencial de recuperación de metales. Como primer paso, debe centrarse en la rehabilitación de sitios anteriores. El objetivo es desarrollar una metodología que combine la gestión ambiental y la valorización económica de los residuos mineros en una perspectiva a largo plazo que promueva el desarrollo sostenible (Bellenfant et al., 2013). Un nuevo modelo potencial de solución sostenible, considera una Gestión de Residuos Preventiva y Orientada a la Recuperación (Lébre y Corder, 2015), en la que ningún material está expuesto sin control del material depositado y los posibles flujos de elementos (Figura 11). El material es clasificado, registrado y extraído con el fin de optimizar la ganancia económica para la empresa minera durante la operación y asegurar que el material de baja y muy baja ley sea manejado en términos de la cinética necesaria para la recuperación del metal. La gran diferencia en este escenario es que las generaciones futuras no recibirán como herencia un problema ambiental extremadamente costoso, sino un sistema que entregará beneficios netos lentos, pero seguros. Por lo tanto, en la planificación y operación de una mina se debe aplicar un enfoque interdisciplinario completo, desde el proceso de exploración, planificación económica, explotación y recuperación de metales hasta la deposición final de materiales (Dold, 2008; Lébre y Corder, 2015). Esto requiere actualizar los procesos mineros actuales a procesos sostenibles que consideren suministros verdes, reactivos menos tóxicos para el medio ambiente y los humanos, el tiempo del ciclo de vida y los efectos en las escalas espaciales geográficas como lo son las cuencas. Figura 11. Manejo del desecho minero actual vs manejo de desechos orientado a la recuperación de metales. Adaptado de Dold (Dold, 2008; Lébre and Corder, 2015).

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