48 Edición Semanal Cuando es el momento de defender principios y normas de derecho, con campanas que convocan al pueblo a reunirse en plaza pública, se proclama identificación con lo razonable y justo. No hay diferencia en el vestir ni en el color de la piel; lo que motiva que muchos consideren como arequipeño de verdad, no solo al nacido aquí o al venido, sino al que vive aquí, el que canta el himno nacional y el de Arequipa, uno después del otro y eleva sus banderas con los colores carmesí y el blanco y rojo. Minería en el futuro del sur Por otro lado, es evidente que el futuro de la minería peruana está referido a la explotación del cobre y ello es posible porque los arequipeños han sabido encontrar la fórmula de entendimiento con los inversionistas para no solo procurar el ingreso de recursos fiscales para obras públicas sino para acercarse y trabajar juntos. En contraste con lo que ocurre en otros puntos de la República por, simplemente, no saber dialogar. Se recuerda que antes de que se produjera la inversión en Cerro Verde, los agricultores arequipeños observaban en los cerros que aparecían al borde de las zonas productivas agrícolas, una coloración verdosa que terminó siendo presencia de cobre. El mejor aliento a la inversión minera es la confianza, esta solo se logra cuando puestos de pie a favor del Perú se llega a acuerdos con quien quiere colocar dinero en el país y no se le combate para poder cooperar en el afán de conseguir que el inversor reconozca los méritos ciudadanos, colabore con el desarrollo en obras básicas y Carlos Meneses.
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