MINERÍA Edición Semanal 174 | Del 11 al 17 de septiembre 2023

58 Edición Semanal un papel crucial en la evaluación de los impactos potenciales. Al desarrollar una línea base biológica, es fundamental abordar aspectos como la diversidad y distribución de especies vegetales y animales, incluyendo especímenes en peligro de extinción o endémicos. Además, se deben considerar los hábitats clave, como bosques, humedales o ecosistemas acuáticos, así como los corredores biológicos y las áreas de reproducción o migración. Los estudios también deben incluir análisis de la calidad del agua, suelos y sedimentos, así como el monitoreo de la flora y fauna durante diferentes estaciones y ciclos. La identificación y evaluación de los efectos directos e indirectos de la actividad minera en estos aspectos biológicos son esenciales para establecer estrategias de mitigación y conservación efectivas (Gwimbi & Nhamo, 2016). Ignorar o pasar por alto los aspectos microbiológicos de un ecosistema al establecer un estudio de línea base para un proyecto minero puede tener implicaciones significativas, normalmente de índole negativa. Los microorganismos desempeñan un papel vital en los ciclos biogeoquímicos, la descomposición de la materia orgánica, la fertilidad del suelo y la calidad del agua (Dabolkar et al., 2023; Ezeokoli et al., 2020; Sari et al., 2023; Yuan et al., 2021). Además, algunos microorganismos pueden ser indicadores de la salud ambiental y la presencia de contaminantes. Al no considerar los aspectos microbiológicos, se corre el riesgo Figura 1. Imagen general de los puntos de muestreo de suelos en el tajo Anama y de sus aguas asociadas. Se detallan los puntos de muestreo de aguas y suelos no afectados por la actividad de la mina y la existencia de zonas ganaderas y zonas afectadas por aguas ácidas en las inmediaciones de la operación minera.

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