78 Edición Semanal Asimismo, mediante la implementación de proyectos con infraestructura común y ubicación geográfica cercana, se puede reducir la huella ambiental y los impactos en las comunidades locales. La colaboración en la gestión de residuos y el uso compartido de recursos hídricos también pueden contribuir a una gestión más sostenible y responsable. Otro caso concreto sería la construcción de accesos para la mina. Si este proyecto se gestiona de manera aislada, podría enfrentar desafíos en la obtención de recursos financieros y en la logística de construcción. Sin embargo, si desde el inicio se incorpora en un “programa minero” que también incluye la construcción de un centro de salud y la implementación de tecnologías sostenibles en la mina, se pueden aprovechar recursos compartidos y coordinar esfuerzos para obtener un mayor impacto social positivo. Por otro lado, la gestión de programas también facilita la comunicación y la colaboración con las comunidades locales. Al tener una visión más holística de los proyectos y sus beneficios conjuntos, se puede establecer un diálogo más efectivo y transparente con las partes interesadas, lo que mejora la relación y promueve un clima de confianza mutua. Principales diferencias Para comprender la diferencia entre un “programa minero” y otros proyectos que se desarrollan de manera paralela, pero no se gestionan como un programa integrado, elaboramos la Tabla 1 que resalta las características clave de cada enfoque. En este caso,
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