REVISTA MINERÍA 553 | EDICIÓN OCTUBRE 2023

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / OCTUBRE 2023 / EDICIÓN 553 134 ta hacerle polvo; este polvo o harinas se van poniendo en hoyos cuadrados que llaman cajones, allí les echan azogue i otras mezclas convenientes para que de la lei, esto es despliegue la plata, i aquella piedra o tierra con que nació incorporada; i para conseguirlo mas brevemente se ayudan del fuego i calor que les encaminan por ciertos buitrones, aunque ya se tiene por mejor valerse del sol; i cuando por las pruebas conocen que tiene estado, lo echan en unas tinas como medias pipas, i alli lo van lavando dentro de la tina a fuerza de brazos, con un molinete que es a la traza de rodezno”. “Suélese escusar parte del trabajo valiéndose del agua para rodar el molinete, i cuando se hace asi lo llaman lavadero. Lavado el metal, sacan la plata i azogue en una pella, pónenla en un anjeo (aspecto de lienzo tosco), tuercen, golpean hasta que despide el agua i algo de azogue; luego lo meten en moldes i tornan a golpearla hasta que toma forma de piña; ésta ponen en un hornillo de barro que llaman desazogaderas, i a fuerza de fuego le van quitando de todo punto al azogue, cayendo atajo en un barreño de agua que llaman vilque: de allí sale la piña algo granujada, asientan la plata con un martillo, con que queda acabada esta obra hasta hacerla barras i ensayarla”. Los colonizadores españoles por los apremios económicos de la Corona se vieron obligados a intentar una minerometalurgia intensiva con el método de la Guaira, disponiendo del trabajo esclavo de los naturales con el conocido sistema mitayo (una degeneración de la mita inca). Comoquiera que este método era insuficiente precisaron usar en forma preeminente la amalgamación, conocimiento metalúrgico en boga en ese momento, beneficiados por la ingente producción de mercurio en Santa Bárbara ¡Si hasta se convencieron que eso era un auxilio divino! El progreso del arte metalúrgico fue avivado por la codicia española que según refieren las crónicas confirmadas por indicios encontrados maximizó y priorizó la fundición de minerales auríferos y argentíferos. ¿Cómo lo hicieron? Pues con la tecnología del azogue que entonces obraban y en este punto fijemos hechos: para refinar los minerales –por si algún neófito lee estas líneas: el refino de los minerales consiste intrínsecamente en separar el metal de sus impurezas– los españoles solo usaron las técnicas de fundición y amalgamación en sus distintas modalidades. Los chapetones a pesar de sus esfuerzos no conseguían optimizar el sistema minerometalúrgico quizá porque ellos mismos no eran mineros ni metalurgistas, sino navegantes, agricultores y, sobre todo, aventureros. Esto determinó que las Reales de minas peruanas no fuesen bien vistas por la Corona por las ostensibles rapacerías de los conquistadores mismos, a pesar de haber inicialmente aprovechado la intervención del virrey Toledo con sus Ordenanzas, que dieron sus réditos con el descrito Quinto Real. Más el negocio metalúrgico seguía de mal en peor, pues amén de esos robos —son famosos los robos de azogue en Santa Bárbara—, eran ostensibles las elusiones de las cargas impositivas. Del mismo modo, influía lo empírico y arcaico de los métodos de mineración y metalurgia, así como falta de reglas para administrar el trabajo y usar bien los medios disponibles para una labor cierta de las minas. Incluso existían conflictos de intereses entre criollos y chapetones que generaban daños y paralizaciones tanto que 200 años después de Toledo, hacia 1777 otro virrey don Manuel de Guirior —1776 a 1780— propone al rey español contratar una misión técnica competente en la zona minera europea para que de una vez por todas encamine la minería peruviana y zanje tamaños despropósitos. 2. Huayras. Hornos metalúrgicos coloniales usados hasta 1570.

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