REVISTA MINERÍA 556 | EDICIÓN ENERO 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / ENERO 2024 / EDICIÓN 556 83 Los cristales de rocas también se pueden encontrar en los aluviones, que son producto de la desintegración de las rocas que los contenían y están mantenidas en el lugar. Las pegmatitas graníticas son ricas en grandes ejemplares de cristales de roca, situadas en el alrededor del núcleo de cuarzo, donde muchas veces las geodas son notables y además ricas en inclusiones, especialmente en turmalina. Los basaltos y las andesitas igualmente contienen numerosas geodas con este precioso mineral incoloro. En el presente, el cristal de roca tiene diversos usos, principalmente en la confección de joyas, objetos de decoración, así como de obras de arte. El cristal de roca, por sus propiedades piezoeléctricas –que puede transformar de la energía mecánica a la energía electromagnética– es utilizado en la electrónica. Por su carácter de transparencia, lo es también para la fabricación de instrumentos ópticos. En el pasado, el cristal de roca fue utilizado para la elaboración de herramientas de corte y como puntas de lanzas, como cuchillos en las ceremonias mágico-religiosas, así como pequeñas piezas de decoración, porque es un mineral delicado para trabajar. En los territorios en los que habría estado el navegante francés Jacques Cartier, entre los años 1534 y 1542, no se ha encontrado ninguna evidencia de que sus habitantes utilizaron el cristal de roca, a pesar de existir este hermoso mineral en gran cantidad en las grietas o fisuras que atraviesan las colinas o promontorios de estos territorios. Asimismo, existe presencia de cristal de roca en los acantilados, incluso los franceses en ese entonces, nombraron Cap aux Diamants (península o punta de diamantes) a un extremo oriental de la colina de la actual ciudad de Québec. Según algunos historiadores, los iroqueses que poblaban el territorio visitado por los franceses al mando de Cartier, probablemente conocieron la existencia de este precioso mineral –cristal de roca– y se lo mencionaron al navegante. En la actualidad no existe alguna evidencia de cómo, dónde y cuándo Cartier obtuvo los supuestos diamantes, quizás serían cuarzos incoloros o cristales de roca, ni de las perlas y los rubíes: cincuenta kilos de piedras preciosas de éstos, y de más de diez barriles que contenían oro y siete de plata, o de minerales de ambos. El oro resultó ser pirita, un sulfuro de fierro de color amarillo latón y brillo metálico. En 2014 se empezaron a extraer por primera vez diamantes en Québec, en un yacimiento situado a más de 600 kilómetros de distancia (centro norte) de los territorios donde habría estado Cartier, 470 años antes. Esos diamantes están a unos 700 metros de profundidad y se explotan en una mina a cielo abierto. Las primeras evidencias de oro se obtienen a unos 100 km. al oeste de Québec, por 1832, unos 300 años después de la presencia del navegante francés en esta región. Asimismo, los rubíes y la plata, también eran desconocidos en ese entonces en el lugar. La historia es la maestra de nuestras vidas, nos enseña aciertos y desaciertos que se cometieron, que debemos aprender en especial de estos últimos, para no repetirlos en el presente y en el futuro. La búsqueda de minerales requiere hoy de la mineralogía.

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