27 AÑO 5 - Nº 193 / ENERO 2023 30 años, donde experimentamos una transición energética hacia una energía limpia, solar y eólica, intensiva en el uso del cobre, lo cual representa una oportunidad de mercado que se debiera aprovechar en el marco de una estrategia nacional de desarrollo que no tenemos. Sobre todo, ahora (2023) que se produce en el país un promedio de 2.8 millones de toneladas de cobre, con un potencial productivo que se pudiera duplicar, igualando o superando la producción de nuestro vecino del sur, Chile, con el cual compartimos más del 40% de las reservas mundiales del metal rojo. Es más, como se dijo en la exposición, se tiene en el país la masa crítica en la producción de cobre que justifica la construcción de una nueva fundición, que pudiera estar en el norte del país, aprovechando las sinergias del megapuerto de Chancay. Es más, se afirmó que Chile con una producción anual de más de 5.5 millones de TM de cobre posee siete fundiciones, con las cuales exporta cobre fino y no concentrados como es la mayor parte de la producción del Perú. Otra coincidencia está referida a la importancia del sector minero en la economía peruana no solamente por ser responsable del 60% de los ingresos de exportación, que son de libre disponibilidad de las empresas, sino también por su participación en el valor de la producción interna estimada por el PBI. Se afirmó que dicha participación es del 11%, cuando a mi criterio debe ser mayor.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2