MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / MARZO 2024 / EDICIÓN 558 85 Aritmética es el estudio de los números. Geometría, en cuanto estudio del espacio. Astronomía, estudio de los astros o el espacio en movimiento y la Música, estudio de los cantos y de las Matemáticas en movimiento”. En síntesis, Trívium y Quadrivium fueron el conjunto de objetivos, contenidos metodológicos y criterios de evaluación para orientar la actividad académica medieval, que posee cierta lógica en su planteamiento y de hecho constituye un antecedente remoto de nuestros actuales currículos universitarios. En lo que atañe a la enseñanza de la minería, abordémosla desde su inicio más o menos “técnico” en la colonia tardía, 1778—1813, cuya enseñanza sabemos se estableció a consecuencia del reclamo de curas, párrocos, protectores del pueblo de indios, cabildos, familias notables, vecinos principales y otras autoridades, quienes acudieron con sendas solicitudes al virrey urgiéndolo a que se implantasen escuelas en estudios de minas y se convocase a letrados de apoyo para servir tales materias. ¿Cuál fue la causa de tal sofoco? Conocemos que nuestros chapetones tan luego iniciada la colonia se vieron en la necesidad de desarrollar intensivamente la minería explorando los territorios en busca de los codiciados oro y plata que la Corona les pedía cada vez con mayor urgencia por lo que América entera sería recorrida en busca de vetas de oro y plata. De esta suerte los españoles se dedicaron a explorar y explotar cuanto territorio conquistaban en busca de metales preciosos. Al no tener éxito en el Caribe, se trasladaron hacia el Istmo, luego a Nueva España y finalmente a Nueva Granada y Perú, fueron estos tres últimos lugares los que satisficieron sus expectativas, proporcionándoles importantes yacimientos. Sin embargo, en los años iniciales no hallaron oro en la cantidad imaginada por lo que se dedicaron a saquear templos y cementerios obteniendo gran cantidad de piezas de oro, plata, pero principalmente de Tumbanga o sacha oro —éstos últimos era material de objetos que engañaron a los chapetones quienes creían se llevaban piezas de gran valor áureo, cuando en realidad solo era metales comunes “dorados”—. ¿Cómo se faenaba la labor minera en aquel tiempo? De hecho, era sencilla pues al hallazgo del criadero —mina— seguía su explotación que al inicio se hacía mediante pozos simples los que tiempo después, y por la urgencia de mayor producción, se ampliaron a galerías horizontales que permitían una mejor ventilación y desagüe de la labor para “comodidad del trabajador”. El momento final era una proto metalurgia en multitud de guairas. ¿Quiénes hacían el trabajo minero? Originalmente solo los “prácticos”, es decir personas que antes habían laborado en minas y que por aprendizaje simple adquirían conocimientos, no obstante conforme los criaderos aumentaron en cantidad y profundidad, hubo necesidad de “peritos” en aspectos de minería, pues la práctica no siempre era suficiente. De aquí en más, registro la enseñanza académica de minería y metalurgia en los tiempos coloniales tardíos y para esto nada mejor que recurrir a la obra titulada: La minería colonial americana bajo la dominación española, del profesor Juan Pérez Sáenz de Urturi, de la cátedra de Historia Contemporánea de la Universidad Las Palmas de Gran Canaria, quien describe la educación académica en minería de la colonia de Nueva España, pero que obviamente es aplicable a todas las colonias españolas en América.
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