29 AÑO 5 - Nº 200 / MARZO 2024 se requiere de un compromiso más amplio. Las empresas deben colaborar con instituciones educativas para desarrollar currículos que reflejen las necesidades del sector y faciliten la incorporación de las mujeres al campo laboral. Además, las organizaciones del ecosistema minero, compañías mineras y contratistas, deben garantizar políticas inclusivas que promuevan la equidad desde la contratación hasta el desarrollo profesional. La implementación de prácticas que fomenten un equilibrio entre la vida laboral y personal, y la adaptación de los lugares de trabajo para atender las necesidades específicas de las mujeres, son pasos necesarios. Es esencial que la recopilación, transparencia y disponibilidad de datos diferenciados por género se conviertan en una prioridad institucional para las entidades públicas. La precisión y la actualización regular de esta información son fundamentales para comprender la magnitud real de la brecha de género en la industria. Esta práctica proporciona una base sólida para el diseño y la implementación de políticas públicas y corporativas más efectivas. Los datos detallados posibilitan el seguimiento meticuloso del progreso y son críticos para ajustar las estrategias y garantizar que las intervenciones resulten en avances tangibles hacia la igualdad de género. Con un compromiso firme hacia la transparencia y la responsabilidad, podemos construir un entorno industrial más inclusivo y equitativo. Para asegurar el progreso, se necesita un enfoque colaborativo. Los gobiernos, la academia y la industria deben crear un marco regulatorio y de incentivos que fomente la
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