34 Edición Semanal Es importante destacar que dicho taller, en el cual me correspondió exponer el proyecto, contó con la participación de una amplia gama de actores relevantes, incluidas autoridades gubernamentales, empresas mineras, proveedores de tecnología y firmas Energy Service Company (ESCO), entre otros. Esta diversidad de participantes demuestra el interés colectivo para abordar los desafíos de la eficiencia energética en la minería del cobre de manera efectiva. El proyecto propuesto no solo busca mejorar el uso eficiente de la energía en la industria del cobre, sino que también apunta a mejorar la competitividad del sector a través de la reducción directa de costos operacionales. Considerando las disminuciones de las leyes de mineral, el mayor requerimiento hídrico a través de plantas de desalinización de agua que consumen energía, la necesidad de ser más ambientalmente sostenibles, y que el costo promedio de la energía eléctrica es mayor a otros países productores de cobre, la eficiencia energética se vuelve un factor clave para mantener la competitividad en el mercado internacional. En este sentido, los motores eléctricos, siendo los mayores consumidores de energía en la industria, representan un desafío adicional debido a su antigüedad mucho mayor que la vida útil. Técnicas como los rebobinados pueden extender su tiempo de utilización, pero cada intervención implica una pérdida de eficiencia del motor. La actualización del Estándar Mínimo de Eficiencia Energética (MEPS) es crucial para abordar el mercado futuro, pero no resuelve la situación del parque actual de motores en la industria. Una de las primeras etapas a implementar es la realización de pilotos que permitan validar los beneficios cuantificables, tanto energéticos como no energéticos. La búsqueda de financiamiento, puede lograrse a través de modelos
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