6 Edición Semanal Bajo esa premisa, sostuvo que el Perú tiene grandes proyectos como Tía María, por ejemplo, que ayudarían a cumplir el reto de producir el metal que será demandado para las tecnologías de energía renovable en las próximas décadas. “Estimamos que la demanda, para el 2034, requerirá al menos 7.7 millones de toneladas nuevas de cobre. Y eso es alrededor de 25 minas similares a Quellaveco y 20 minas parecidas a Antamina. Es un desafío tremendo que el mundo de la industria tiene que cumplir”, explicó. Sin embargo, hizo hincapié que otro desafío será la rapidez en que los proyectos pasen a la fase de explotación. Lamentablemente, la permisología dilata que las inversiones mineras sean impulsadas con rapidez. “Un proyecto minero subterráneo desde cero, sin contar la etapa de prospección y exploración inicial, demora más de 10 años y una mina a tajo abierto casi 12 años, Carlos Diez Canseco, Nicolás Muñoz, Valeria Fuertes, Ricardo Montero y Josimar Cóndor.
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