REVISTA MINERÍA 561 | EDICIÓN JUNIO 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / JUNIO 2024 / EDICIÓN 561 14 esquinas y la tortuosidad de las partículas (Ramos et al., 2019; Yao et al., 2021). La caracterización de la forma de las partículas se puede realizar mediante algoritmos de análisis de imágenes de alta calidad (Yang & Luo, 2015; Yao et al., 2021; Zheng & Hryciw, 2015). También, existen equipos avanzados para estimar la forma de las partículas como el Morphologi G3-ID (Altuhafi et al., 2013) o de tomografía digital (Quinteros & Carraro, 2023). Los parámetros tradicionales para caracterizar la forma de las partículas se presentan en la Tabla 1. Los parámetros de forma de la Tabla 1 se pueden correlacionar con los parámetros de estado crítico recompilados de suelos licuables provenientes de todo el mundo (ver Figura 2). El empaquetamiento de las partículas del suelo depende de la forma de las partículas y está relacionado con las correlaciones de vacíos máxima y mínima (emáx y emín) que reflejan los estados más sueltos y densos, respectivamente. Estos parámetros definen la densidad relativa (Dr) y el parámetro de estado (ψ = e0-ec), los cuales si se interpretan correctamente proporcionan una estimación integral del comportamiento bajo diferentes estados de esfuerzos. Los suelos mal gradados tienden a tener una gama más estrecha de posibles densidades en comparación con suelos bien gradados (Cubrinovski & Ishihara, 2002). Por lo tanto, en cierto contenido de finos, las partículas más pequeñas ocupan mejor los vacíos del esqueleto del suelo. Los materiales conformados por partículas angulares tienden a ser menos densos que los suelos con partículas redondeadas (Cho et al., 2006). Sin embargo, los materiales angulares y débiles pueden aplastarse más durante la compresión, compactación o deformación. Al igual que los parámetros de forma, emáx, emín y su diferencia o rango, también se pueden correlacionar los parámetros de estado crítico, como se muestra en la Figura 3. Conductividad hidráulica La conductividad hidráulica de los suelos se puede realizar mediante el ensayo de cabeza constante y el ensayo de cabeza variable. Estos ensayos se ejecutan en suelos granulares y suelos finos o compactados, respectivamente. La conductividad hidráulica está afectada por la fábrica del suelo, es decir, la porosidad, anisotropía y el arreglo de las partículas influyen significativamente en el flujo de agua en medios porosos como los suelos. Por lo tanto, los ensayos mencionados previamente son limitados en la caracterización del coeficiente de conductividad hidráulica (k) de los suelos. La conductividad hidráulica está controlada por la porosidad, contenido de finos y estado de esfuerzos del suelo (Chapuis, 2012). Patiño et al. (2019) propuso un procedimiento experimental que combina el principio del ensayo de cabeza constante y la versatilidad de las cámaras triaxiales para medir k de relaves mineros. Viana da Fonseca et al. (2022) caracterizó k en tres tipos de relaves de hierro con diferentes propiedades físicas, donde se resaltan las diferencias entre la distribución de tamaño de partículas y Gs en cámaras triaxiales. El procedimiento de ensayo incluyó la saturación del suelo, aumentando la contrapresión hasta 300 kPa, manteniendo el mismo confinamiento efectivo de 10 kPa. Luego de garantizar la saturación del suelo, mediante resultados de parámetro B superiores a 0.98, se realizó el flujo de agua desairada aplicando una carga constanFigura 4. Evolución de k en relaves de hierro (datos de Viana da Fonseca et al., 2022): a) variación en función del esfuerzo efectivo; b) variación en función de la relación de vacíos.

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