MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / JUNIO 2024 / EDICIÓN 561 77 El descubrimiento de las minas de Potosí fue la mayor gracia divina que pudo haber ocurrido a los conquistadores, quienes desde el inicio intuyeron que les sacaría de sus apremios económicos. Del mismo modo, la plata de Potosí fue el culmen de la conquista, pues el único trabajo que debían realizar era acopiarla, hecho que por lo demás advirtieron interminable. Potosí, junto con las minas de Cerro de Pasco fueron acaso el mayor botín saqueado al Imperio. Halladas estas minas, España enseguida dicta asegurar la mayor cantidad posible de jornales para extraer tan preciado patrimonio real. En cumplimiento de ese real mandato acudieron prestos 175 españoles con 3,000 indios sacados de sus nacientes encomiendas y, en ese lugar inhóspito localizado por encima de los 4,000 metros, fundan la Villa de Potosí. ¿Por qué el nombre de Potosí?, según Cieza de León, quien visitó el villorrio inca en 1549, manifiesta que el nombre le vino porque oyó a “los indios llamar Potosí a los Cerros y [a todas] las cosas altas, quedándosele por nombre Potosí, porque los indios [le] dicen así a los cerros”. Sin embargo, la otra vertiente para el nombre Potosí es su naturaleza aimara (?), idioma en el que la palabra derivaría de la voz Potoc que significa “Explosión”, acaso porque cuando los españoles emprendieron los trabajos de explotación del mineral los nativos se referían con ese nombre al cerro mismo. El descubrimiento de Potosí tuvo influencia decisiva en el desarrollo del sureste virreinal. Casi de inmediato se constituyó una población conformada por los 175 españoles que inicialmente acudieron desde Chuquisaca más “sus” 3,000 indios encomendados. Potosí fue fundado el 1 de abril de 1545 a 4,146 metros sobre el nivel del mar por Juan de Villarroel, Diego de Centeno, Luís de Santandía y Pedro de Catanieto, dándosele el título de Villa Imperial de Potosí por disposición del Emperador Carlos V. Veinticinco años después en 1571 tenía ya alrededor de cuatrocientas estancias de españoles servidas por cerca de 50,000 naturales y, en su apogeo productivo colonial, llegó a tener 15,000 trabajadores de 1. El cerro y la española villa de Potosí con sus barrios coloniales.
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