REVISTA MINERÍA 562 | EDICIÓN JULIO 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / JULIO 2024 / EDICIÓN 562 78 Histórico Minas que devinieron en ciudades coloniales II Durante el inicio de la Colonia española el desarrollo de las minas de oro, plata y mercurio condicionaron precarios asentamientos humanos que luego devendrían en núcleos humanos para finalmente terminar en ciudades asentadas alrededor de las operaciones mineras. Continuamos esta reseña puntualizando que definitivamente hubo muchas otras ciudades-mina, pero las anteriores y las ahora anotadas son las principales y más conocidas. La citada al final no es una ciudad minera sino metalúrgica a secas, y aunque tampoco haya sido estrictamente colonial –apareció como tal a inicios del siglo XX– siempre fue conocida como la Ciudad Metalúrgica peruana por antonomasia, superviviendo hasta finales del siglo XX. Mas primero concluyamos con las ciudades de estirpe colonial. Huantajaya En 1538 la expedición almagrista volvía de su primer intento conquistador en el sur del Imperio Inca, volvían con las manos vacías y cuasi derrotados por los mapuches, por lo que ante esta circunstancia varios españoles decidieron afincarse en la zona de las actuales Arica y Tarapacá. En esas tierras la búsqueda de oro y plata igual había sido infructuosa pero, cuenta la leyenda que el año del Señor de 1566 desconocidos portugueses (?) descubrieron una mina de plata en el cerro de Huantajaya a 10 millas de Iquique, en pleno desierto y muy cerca a la mar océano. Ante este súbito hecho el corregidor de Arequipa, don Juan Ramírez Zegarra, el día 5 de enero de 1571 emprende, ilusionado, la búsqueda de minas en todo Tarapacá. Estos aconteceres habrían culminado con la explotación Real de las minas de plata de San Agustín de Huantajaya en la provincia de Tarapacá que, dicho sea de paso, tienen la curiosidad histórica de haber sido las únicas minas del virreinato del Perú no asentadas en las altas sierras sino en el desierto de Atacama a solo 1,000 msnm y a 18 millas del puerto de Iquique y aunque tuvieron una gran producción de plata, nunca se les podría equiparar con la ingente riqueza de las potosinas, no obstante haber producido el 10 % de la plata del virreinato peruano. En estos, lares además del desierto, el mayor problema que enfrentaron los chapetones fue la precaria mano de obra. Para remediarlo echaron mano a los yanaconas naturales de las lejanas Tarapacá y Sibaya, quienes habían tenido la buena fortuna de no haber sido nunca reclutados para Potosí o Huancavelica. Los españoles mineros tuvieron que transar con los encomenderos agrícolas de esas regiones en el sentido de modificar la forma trabajo de “sus” mitayos, Por: Augusto V. Ramírez, miembro del American College of Environmental and Occupational Medicine. de la minería en los Andes centrales del Perú Apuntes para la historia

RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2