REVISTA MINERÍA 562 | EDICIÓN JULIO 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / JULIO 2024 / EDICIÓN 562 84 [sic] Yauli”− quizá se refieran a las hidroeléctricas de Marh Tunel y La Oroya, digo yo−. Lo cierto es que desde 1915 la Cerro de Pasco Mining, que operaba en el Cerro de Pasco, y en el afán de concretar su proyecto expansionista en el centro del Perú decide cambiar su fundición de Tinyahuarco a una zona equidistante entre las nuevas minas que había adquirido. Sus técnicos idearon un Plan General para construir la fundición en una proyectada ciudad metalúrgica contemplando como requisito la distribución racional de los edificios industriales y civiles para innovar el pretérito diseño urbano del pequeño poblado de San Jerónimo de La Oroya, ubicado a la vera izquierda del rio Mantaro y en la encrucijada de los caminos que llevaban de Lima a la selva y a las otras ciudades de la sierra central. La Gerencia encarga la tarea a su División de Desarrollo, Diseño y Construcción, disponiendo que el sector de residencia para trabajadores se emplazara media milla rio abajo, pero cercana al pequeño puente que unía las márgenes del Mantaro. El ingreso a la zona industrial debía quedar apartado de las viviendas y el núcleo administrativo ubicado dentro del área de las operaciones, no omitamos que anterior a estas construcciones, las oficinas generales provisorias ya se erguían en el área de Chulec. El paso siguiente sería edificar las viviendas, para lo cual trasladarían del Cerro a oficiales y maestros expertos en albañilería tomados de las secciones de Construcción mina y de la subsidiaria Railway, prometiéndoles un plus salarial por su traslado a la futura ciudad. Y aunque la perspectiva así presentada parecía muy sencilla, el desafío para los técnicos de la Cerro de Pasco Mining era plasmarla; el proyecto al parecer simple no era tal, pues se debía construir un enorme complejo metalúrgico que prácticamente procesase todos los minerales de la Sierra central. Edificar las viviendas fue un desafío adicional, pues los ingenieros debían plasmar nada menos que una ciudad industrial alrededor de las operaciones metalúrgicas. 6. Campamento Plomos en 1941, a la vera del río Yauli en la ciudad metalúrgica de La Oroya.

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