28 Edición Semanal Para que una nación crezca y se genere riqueza, es indispensable atraer inversión privada. Esta se puede incrementar de manera exponencial cuando un país cuenta con recursos naturales, ciudadanos capacitados, atractivos turísticos o un clima favorable, entre otras ventajas. Sin embargo, aún más importante es tener una institucionalidad sólida, un buen ambiente de negocios, normas transparentes, respeto por los contratos y predictibilidad en la administración de justicia. Puesto de otra forma, un país puede tener las mayores reservas de oro, cobre, litio y gas; contar con atractivos turísticos milenarios combinados con la mejor cocina del mundo, y poseer las mejores condiciones para producir paltas, arándanos, uvas y otros frutos maravillosos. Sin embargo, si no hay seguridad jurídica y estabilidad política, quedaremos atrapados en la mediocridad, conformándonos con poco, y la recuperación de los niveles de pobreza será lenta. Basta con observar lo sucedido en Venezuela en las últimas dos décadas para entender que, sin institucionalidad y respeto por el Estado de derecho, la inversión privada no reaccionará. Por: Alfonso Bustamante, presidente de la Confiep*. Seguridad jurídica y prosperidad Opinión * Publicado en el diario Gestión.
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