REVISTA MINERÍA 564 | EDICIÓN SEPTIEMBRE 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / SEPTIEMBRE 2024 / EDICIÓN 564 97 su acerbo espiritual y material, dejando para sus amados discípulos el fruto de su laboriosa vida". Ettore Janni, su mejor biógrafo, escribía: ''tuvo par la Ciencia una pasión que hizo de él una especie de poeta, y que le impulsó a peregrinar durante largos años por tierras casi desconocidas, con un ardor, con un denuedo, con una tenacidad que lo igualan a los más admirables exploradores, a los conquistadores más intrépidos; vivió de esta pasión y puede decirse que murió; con ella". Jorge Basadre decía que: "fue algo más que un investigador y un escritor fue ejemplo del hombre de ciencia puro porque no lo inquietaron las tentaciones de la fortuna que hubiera podido obtener muchas veces al utilizar los resultados de sus viajes y de sus observaciones y que su éxito fue el más legítimo de todo cuya recompensa sólo puede ser hallada en la soledad de la conciencia, en la verdad del trabajo". Alejandro Tapia, admirando el afán de superación espiritual y científico del gran naturalista hizo un paralelo entre Raimondi y Sócrates ''que en los dinteles de la vida ultraterrena, no le atormentaba el temor a la muerte, y en sus últimas palabras exalta el espíritu de superación a sus discípulos que pudiera superarlo". Jorge Donayre califica a Raimondi como "el verdadero cronista del Perú contemporáneo" y Vittorio Azzanti afirma que "el Perú que nos presenta Raimondi es una unidad transitoriamente desarticulada, por eso el Sabio quiso recoger esta unidad despedazada y lo hizo anudando las hilos de la patria con sus viajes reuniéndoles con las páginas de su obra''. Desde el extranjero, varios testimonios y pruebas de aprecio se dieron en la vida misma de don Antonio Raimondi, cuando el mundo no conocía todavía la magnitud y profundidad de la obra. Es preciso señalar que el ornitólogo polaco Ladislao Taczanowski le dedicó una ave: la Phytoma Raimondii; el profesor Jan de Milán da el nombre de Raimondi a dos especies de ofidios; el profesor Galz hizo lo mismo con 8 especies fósiles. El gran botánico Weberbauer le dedica su obra monumental, El Mundo Vegetal de los Andes Peruanos, en ella cita la especie vegetal descubierta por el sabio, la Puya Raimondi. El mineralogista Breithauft dedicó a Raimondi un sulfato sesquióxido de fierro hidratado con el nombre de Raimondita. Las manifestaciones de admiración y homenaje se multiplicaron en aquella patria adoptiva que supo entregarse al naturalista que él era: con sus contrastes y dificultades innumerables, con la belleza conmovedora de sus paisajes, con la cariñosa acogida de sus habitantes y sus hazañas políticas. ¿Cómo Raimondi no habría podido sentirse parte del Perú y el Perú parte del mismo? Por ello, "en el mismo corazón del Perú, en plena región andina que Raimondi tanto amara'', el arquitecto Fernando Belaunde Terry creó una nueva provincia con el nombre del sabio milanés: la provincia Antonio Raimondi (26.10.1964), conmemorándose así el 74° aniversario de la muerte del ''Moderno descubridor del Perú". Décadas antes, en 1930, la colonia italiana había construido el colegio Antonio Raimondi en la avenida Arequipa y luego un grandioso mausoleo, digna sepultura para el insigne compatriota en el cementerio Presbítero Maestro. Igualmente, los italianos residentes en el Perú permitieron, por su generosa ayuda, la construcción de monumentos, plazas, etc. Posterior-

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