44 Edición Semanal mento usado en la construcción de un camino, se podría evitar la emisión de aproximadamente 170,000 toneladas de CO2 asociadas a la producción de cemento. Incluso, que al sustituir el 20% de cemento Portland y el 100% de árido grueso en la fabricación de un millón de toneladas de hormigón, se podría evitar la emisión de unas 116,000 t de CO2 equivalente. Estos beneficios demuestran el potencial de los pasivos mineros para contribuir a los objetivos climáticos, y sus usos han ganado tracción en países como Alemania, Brasil, Canadá, China, España, Estados Unidos de América, Francia, Japón, Países Bajos y Suecia, donde se han empleado escorias y relaves en construcción, rehabilitación de suelos, recuperación hídrica, generación de energía, rehabilitación de ecosistemas, captura de dióxido de carbono, el reprocesamiento metalúrgico, y diversas aplicaciones industriales. Entre las oportunidades identificadas para el uso de escorias y relaves están constituir bases y subbases de pavimentos, balasto de rieles de ferrocarril, carpeta de rodado granular, cemento, clinker, cerámicas, concreto asfáltico, granulado para techumbres, hormigón, abrasivos, paneles de fibrocementos, planchas de tabiques divisorios, relleno, y barreras de borde costero y ríos, en
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