REVISTA MINERÍA 565 | EDICIÓN OCTUBRE 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / OCTUBRE 2024 / EDICIÓN 565 81 Se ha establecido que la consolidación del Imperio Inca se remonta a la victoria de confederaciones multiétnicas lideradas por Pachacútec en 1438 sobre los Chancas en las cercanías de Yawarpampa –actual Ichupampa, Cusco–. Este factor fue determinante para que el florecimiento cultural, y por tanto minero, de nuestros antepasados andinos tome vuelo en varios ejes, hecho que nos ayuda a dilucidar esta aproximación al desarrollo de la minería andina precolombina que surgiría con limitaciones, pero con un notable auge metalúrgico del oro. El espacio de la minería inca lo abordaremos basados en la investigación de Thérèse Bouysse-Cassagne sobre las minas de oro de los incas, quien de inicio afirma fueron desarrolladas a partir de culturas ancestrales desplegadas en el Collasuyo. Bouysse aborda su investigación indagando sobre cuál era el afán inca de hacerse de las minas de oro de los territorios del Collasuyo, y señala que: “La conquista de las minas de oro del Collasuyu por los incas tenía varias metas: abrir las puertas de las riquezas al Andesuyu [pues] antes de los incas esta gran región minera situada en los valles [occidentales] pertenecía a los Pukina-collas descendientes de Tiwanaku y guardianes del culto solar en la isla Titicaca, un culto estrechamente vinculado con el oro —ya que este era, en realidad, las lágrimas del Sol—, [intuición] que había sido heredada de tradiciones Prepukara inscritas en los monolitos de estilo Yayamama, cultos que [luego]se habrían difundido en la amplia región andina influenciados [por] el culto incaico”. Las minas de oro del inca Las huellas de la historia nos dice de buena tinta que Pizarro luego de cobrar el rescate y tomar preso a Atahualpa se noticia, quizá por el propio inca, de minas en la región suroriental en las tierras que conocían como Collasuyu, inclusive se desliza que Atahualpa le habría mencionado que aquellos eran yacimientos formados por el arrastre de las lluvias en los ríos que bajan de las cordilleras (aluvionales) aludiendo que el oro sería muy fácil de sacar, pues se presentaba como grandes trozos semejantes a cascajo lo que exoneraba de tratamiento ulterior para beneficiarlo. Pizarro creyó en la palabra del inca porque además lo atestiguaban los objetos de oro pagados por el rescate y que, según averiguó, provenían de aquella región. Con estos datos la fantasía de los españoles se incendió y a buscar irían. A la sazón sigámoslos hacia el sureste este su afán de aventura-conquista y de paso averigüemos acerca de las minas del inca. Con la intención subalterna de llegar a Chile y obligado por los hechos Almagro como Adelantado de la Corona sería quien primero ose adentrarse en los meandros del Collao en búsqueda de las minas de oro. Precavido se hizo acompañar por el Willac Umu, sumo sacerdote imperial, quien habría alborotado el ánimo de los españoles tratando de cambiar rumbo y más bien encaminarlos al sur y así evitar la zona aurífera, sin embargo, antes de cumplir cabalmente el cometido de llegar a sureñas tierras, el sacerdote imperial se devuelve al Cusco para incorporarse a la sublevación de Manco Inca. No obstante, dejó con Almagro a su hermano Inca Paullu, quien incluso llegó a ser coronado inca en 1537. Es evidente que en el ánimo del Willac Umu siempre habría pesado desorientar a los aventureros y no mostrarles y menos entregarles las minas de oro. Sin embargo, Inca Paullu, el sacha inca recién ceñido, prefirió ayudar a Pizarro. Fernández de Oviedo narra así la promesa de Inca Paullu con juramentación incluida: “Ya sabes que hasta aquí no te he dado ni prometido cosa porque no tenía los camayos de oro, é agora que tengo los de mi padre é de mi hermano te los puede dar; e te mostraré minas de oro é plata donde saques más que todo lo que te han dado é yo te daré. E [hago] deste juramento besando la tierra en confirmación de su promesa é quedo concertado”. Esta intriga hizo detonar las conocidas disputas ente Pizarro y Almagro que se saldarían en Las Salinas con el fin del segundo socio. Así las minas 1. Las minas de oro de los incas en las culturas del Collasuyo.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2