MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / NOVIEMBRE 2024 / EDICIÓN 566 79 do las imperiales minas de Carabaya heredadas de su tatarabuelo. Con estas breves líneas queda en claro que, antes del Imperio Inca ya existía una incipiente actividad minera en el altiplano, en consecuencia descubramos cómo se laboraba en esas minas de aquel lejano tiempo. Minería preinca Antes de retomar la línea histórica de las minas incaicas, actualicemos brevemente los fundamentos de la cosmogonía inca y su clara implicancia en el arte minero: la minería de los incas estuvo determinada por la mineración del oro y, en menor cuantía, de la plata, esta particularidad derivaba de su concepción metafísica del sol como dios, al que concebían presente en el plano terreno como lágrimas lloradas por él, de ahí su solemne importancia material. En breve descripción un cronista apunta estos conceptos en los archivos de la Real Academia de Historia de España (RAH): “Le tenían gran respeto al oro i asimismo decían que eran lágrimas que el sol lloraba, i así cuando alaban algún grano grande de oro en las minas sacrificando i echando sangre i poniéndolo en su adoratorio i decían que estando allí aquella guaca o lágrimas del sol todo el oro de la tierra se venía a juntar con el i que de aquella manera los que los buscaban lo halarían [recogerían] más fácilmente desta manera [y así] lo enseñaban a todas las provincias que conquistaban i les hacían servir a todas estas huacas i así mismo todos los señores de la tierra do quiera que estuviesen se hacían adorar en vida i muerte”. Los cronistas también comunican que, al llegar los españoles, encontraron multitud de depósitos de minerales con características muy diferentes, desde las ricas concentraciones aluvionales de “pepitas de oro” en Larecaja a los escondidos depósitos de Carabaya, cuya riqueza no estaba a la vista porque yacía en pozos semejantes a las minas actuales, aunque muy superficiales y con la entrada tapiada con el fin de impedir su localización. Tadeo Haënk en su Idea General de las Minas del Perú, a propósito de esos detalles cita: “Los antiguos peruanos conocieron el uso de estos metales [oro y plata], empleándolos para su adorno en formas diferentes pero ya fuese por su rusticidad, ya porque desconocían la moneda o por otras causas…, lo cierto es que no podían adquirirlo sino extrayéndolo del centro de los ríos, o cuando alguna casual 1. Momia asombrosamente conservada del “Hombre de cobre” hallado en Chuquicamata. Nótese el mazo en la mano y la canastilla de mimbre en la falda.
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