REVISTA MINERÍA 566 | EDICIÓN NOVIEMBRE 2024

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / NOVIEMBRE 2024 / EDICIÓN 566 80 excavación de la tierra los descubría. Entre los varios pedazos o pepitas se hallan algunos muy particulares, por su tamaño como por la figura, estando el oro interpolado con la piedra. En unos pedazos sobresale más que en otros, y al contrario; de ellos algunos se remiten a España, y otros se funden allí para hacer la separación”. El cronista Jiménez de la Espada cita que las primeras minas de oro “descubiertas” fueron los filones de Tambopata en Carabaya, luego las de Simaco en los montes de Sorata y Zongo, todas ellas veneros ubicados en el altiplano y que, por tanto, no eran “propiedad” del inca. Después los españoles averiguarían que todas las tierras del señorío Umasuyo estaban cuajadas de oro, ora como depósitos de “pepitas”, ora como posos superficiales, acúmulos altiplánicos estos que contenían más cantidad de oro que la que el inca podía exhibir en aquel momento como propia ante los españoles. Sabida esta riqueza mineral cabe inquirir una vez más ¿Por qué los altiplánicos no pusieron mayor ahínco en la obtención del mineral que evidentemente poseían en mayor cantidad que los incas? Aquí la interpretación contemporánea de Bernedo Málaga (1891-1977), quien sostiene que: “Sus industrias de caza y de pesca no les permitía dedicarse a la extracción de minerales porque [esta actividad] no les reportaba casi ninguna utilidad para los intereses que ellos perseguían con tanta abnegación y sacrificio. Y prueba de ello es que en el subsuelo habitado por estos aborígenes desde épocas remotas no se ha podido encontrar sino algunos tupus o alfileres de cobre cuya parte superior tenía la forma de media luna y que los usaban para sostener ciertas prendas de sus vestidos”. Carabaya: la mina preinca del altiplano Al estudiar el cariz de las minas de Carabaya, Guamán Poma de Ayala en 1613 nos puntualiza que, en el tiempo anterior a los incas, Carabaya fue posesión de la reina Colla Cápac Omege. Afirmación importante por cuanto nos permite en adición advertir que las raíces quechuas Cápac y Omege derivan del pukina, hecho confirmado más tarde por De la Grasserie, quien en su recopilación del Diccionario Perdido de Oré ratifica que Cápac es una voz pukina usada en el sentido de Superior y Supremo y que Omege significa Reina, o más exactamente Madre. La mencionada reina Colla era propietaria (en el sentido actual del término) de las minas de oro altiplánicas, es decir, pertenecían al pueblo pukinohablante que habitaba el altiplano de la región Callawaya conocida por los incas como Callahuaya y castellanizado después a Carabaya. La minería altiplánica En Poto y Hanccocala los cronistas distinguieron dos tipos de cosecha de oro: uno, el que hacían por el simple lavado de glaciales y morenas y, el otro, usado para aprovechar el oro de placeres fluviales fijos como el de Carabaya, donde era necesario aplicar otras técnicas amén del lavado y para lo cual construyeron canales ad hoc. Jiménez lo narra así: “… que todo el oro que se cogia en las dichas minas era traído con la corriente de los ríos e arro2. Mazo y cesta con otros utensilios, hallados junto al Hombre de cobre.

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