MINERÍA Edición Semanal 243 | Del 06 al 12 de enero 2025

26 Edición Semanal poniendo en práctica el bien común, para que igualmente proteja y promueva la minería artesanal formal. Existen a nivel nacional casos concretos de desarrollo comunal producto de la minería artesanal formal, siendo el más representativo el de la comunidad campesina de Llacuabamba (lugar donde realice mi trabajo de investigación), ubicada en el distrito de Parcoy, región de La Libertad, con un desarrollo muy singular, especialmente en los ámbitos social y económico. Incluso en la actualidad gracias a su esfuerzo y responsabilidad, ya cuentan con el reconocimiento de pequeño productor minero (PPM) por parte del Minem. Este planeamiento estratégico integral, también debe contener una misión y visión que permitan poner en práctica un plan de acción para crear una entidad principal con oficinas descentralizadas que compre todo el mineral producido por los mineros artesanales, como ocurre en Chile a través de la Empresa Nacional de Minería (Enami), y se le pague un precio justo. Y si el caso lo amerita, luego de un análisis exhaustivo ver la posibilidad de construir plantas de tratamiento ubicadas en lugares estratégicos, que procesen con garantía todo el mineral producido. Desarrollo comunitario que se da a través de la minería artesanal, que es una realidad innegable, y según los especialistas continuará creciendo, debido a diversos factores exógenos, peculiarmente la demanda de minerales a nivel global y el alza del precio internacional de los minerales, por lo que como hemos señalado, es preciso formalizarla. Finalmente, no olvidar que la formalización es un proceso que requiere Educación para formar personas que vean a la formalización como una oportunidad de desarrollo y no como un obstáculo, teniendo en cuenta que la realidad siempre es mucho más cambiante que la teoría. Figura 1. Comunidad Campesina de Llacuabamba (antes y ahora).

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