31 AÑO 6 - Nº 252 / MARZO 2025 Los contratistas son responsables de una parte significativa del empleo en la industria y tienen un impacto directo en las comunidades donde operan. Su papel no se limita a proporcionar bienes y servicios; son actores clave en la construcción del ecosistema minero, influyendo en la cultura organizacional, el acceso a oportunidades y la percepción de inclusión dentro del sector. A medida que las empresas mineras avanzan en compromisos de equidad de género, la falta de acción por parte de sus proveedores podría frenar la transformación del sector y afectar su sostenibilidad a largo plazo. El bajo porcentaje de mujeres en estos negocios no solo representa una brecha de oportunidades, sino también una limitación para el fortalecimiento de la licencia social para operar. La minería es una industria con alta exposición a la opinión pública y la participación de mujeres en la cadena de suministro es un factor que influye en la percepción de equidad y desarrollo inclusivo en las comunidades. En muchos casos, la falta de empleo femenino en el sector proveedor contribuye a reforzar la idea de que la minería es una actividad excluyente, lo que puede generar resistencia y afectar la estabilidad de los proyectos. Por otro lado, la inclusión de mujeres en este segmento tiene un impacto positivo en la empleabilidad local. Las comunidades donde se desarrollan proyectos mineros demandan cada vez más acceso a oportunidades laborales, y si las empresas contratistas adoptan políticas de equidad, se amplían las posibilidades de integración de talento femenino en diversas áreas. Esto no solo me-
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