MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero ABRIL 2025 / EDICIÓN 571 75 plata por sus poros y engullía indios por sus infernales bocas”. Se tiene por cierto que habría sido un miembro de la panaca de Huayna Cápac quien en 1545 dio a conocer a los españoles que en Porco, a 20 leguas de allí, había ingentes minas de plata. Este felipillo no solo les habría desvelado las minas sino que también les habría instruido en cómo utilizar las guairas y en cómo llegar a otros posos mineros tales el Cerro Poder de Dios en Chaquí y las minas en Oruro que hasta entonces habían permanecido con sus entradas tapiadas a cal y canto justo para que los invasores no las localizasen. La leyenda Del tema quimérico de las minas coloniales veamos primero una primera versión legendaria del descubrimiento de Potosí atribuida al mismísimo Huayna Cápac, según esta versión “Huayna Cápac, el undécimo gobernante inca, quién en alguna fecha de su mandato -entre 1497 y 1527- visitó el cerro, y quedo admirado por su belleza e imponencia. Por curiosidad, envío una expedición a investigar si tenía riquezas y encontró que era cierto. Desde ese momento, los incas decidieron iniciar la explotación del cerro -con fines de fabricar adornos para el Templo del Sol en el Cuzco- no sin antes, escuchar una voz atronadora y divina que salía de las entrañas [del Cerro] y les decía, en quechua: “No es para ustedes, los dioses reservan esta riqueza para los de más allá”. Los cronistas tempranos aseguran que los incas respetaron esta advertencia y protegieron con sus vidas el Cerro. También se conoce que, a partir de ese acontecimiento, los incas conocieron al Cerro como Potojsi que significa en lengua nativa “El que truena, revienta o hace explosión”. La otra versión, si bien engarzada con la anterior, tiene un curso propio y dataría del 1545. Las memorias cuentan que todo habría empezado luego de la muerte de Huayna Cápac –el inca descubridor de Potosí– y con los españoles ya dueños del Perú luego de ajusticiar a Atahualpa, habría sucedido que un indio de Chuvilvaca, llamado Diego Huallpa, mientras corría tras una llama fugitiva, le ganó la noche y se quedó a dormir en las faldas del Potosí. Para resguardarse del frío enciende una fogata y entonces asombrado ve cómo varios relieves del cerro se fundían al calor de su fogata y cual lagrimas chorreaban por las paredes del cerro… había descubierto el cerro que “sudaba plata”. Si comparamos esta narración con la de nuestro acervo cultural minero del Centro, vemos que es casi una réplica del descubrimiento de la mina del Cerro de Pasco por Huaricapcha. Para no caer en omisión y para mayor exactitud, averigüemos lo que Diego Huallpa, el descubridor de Potosí, dejó escrito en su testamento registrado y notariado por don Rodrigo de la Fuente y Jerónimo Hernández, funcionario de la Corona en aquellos agitados tiempos. Aquí una síntesis glosada para mejor derrotero: A la sazón Diego Huallpa exploraba pagos en la zona llamada Cerro Caracaras que 1. Plano de la villa de Potosí en 1600. Arriba, el esbozo del cerro de Potosí.
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