40 Edición Semanal Cumplimiento minero: integridad como activo estratégico La minería no puede —ni debe— operar o contratar a quien represente un riesgo de cumplimiento normativo. Las empresas proveedoras, contratistas y operadoras deben integrar la función de cumplimiento laboral como parte de su estrategia de negocios, no como un requisito formal o aislado del “core business”. Veamos algunas acciones mínimas: Auditar regularmente a sus socios comerciales en materia de cumplimiento normativo. Integrar criterios de cumplimiento en la evaluación y selección de contratistas. Establecer cláusulas contractuales de integridad laboral y penal, con causales de término automático. Reportar públicamente indicadores de cumplimiento laboral y preventivo, como parte de sus memorias de sostenibilidad o informes ESG. Liderar, no solo cumplir El nuevo estándar no es simplemente cumplir: es liderar con integridad, anticipar riesgos y crear valor desde la prevención. Cada faena minera —grande, mediana o pequeña— debe entender que el cumplimiento laboral ya no es una opción: es el piso mínimo para seguir operando en un país que exige empresas confiables, responsables y sostenibles. El desafío no es solo legal. Es cultural, estratégico y reputacional. Y solo lo superarán aquellas organizaciones que entiendan que la licencia social y operativa del futuro se construye hoy, desde el cumplimiento, la prevención y la ética.
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