MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero EDICIÓN 576 / SEPTIEMBRE 2025 44 a 5,759 millones; en 2050, superaría los 7,954 millones. Este es el corazón volumétrico de la demanda de minerales, cada vez más críticos (Figura 6). La nueva cohorte 20 a 60 años —la de máxima intensidad material— crecerá de 3,189 millones (2021) a 3,583 millones (2041) en países de ingresos medios. Este ensanchamiento etario asegura demanda sostenida de metales base y materiales de construcción, independientemente de los vaivenes cíclicos de la macroeconomía global. La urbanización masiva requiere una cantidad colosal de acero para las estructuras, cemento para la construcción, cuarzo para los cristales, cobre para redes eléctricas y de comunicación, y aluminio para el transporte y la construcción. La magnitud numérica en el periodo 2025 - 2050 será de 2.043 billones de Tn. Unos 1.55 billones en minerales no metálicos (industriales y de construcción), 418,000 millones de Tn en minerales energéticos (combustibles fósiles) y 76,000 millones de Tn en metales (Figuras 2 y 6). El crecimiento sociodemográfico no estará en América Latina sino pivotará hacia África Subsahariana, India y el Sudeste Asiático. En 2100 ninguna de las 20 ciudades más pobladas del mundo estarán en China, pero 13 serán africanas con un bajo stock de capital previo. Construir “desde cero” implica una intensidad material per cápita muy superior. La velocidad de las transiciones energética, digital y seguridad nacional pueden variar según las políticas y la innovación. Sin embargo, la transición demográfica es una fuerza con una inercia inmensa que crea una demanda "no negociable", formando una base sobre la cual se apila la demanda más volátil de las tecnologías de vanguardia. Todo ello, implica que, incluso si el despliegue de vehículos eléctricos sea menor, la demanda fundamental de cobre y aluminio para construir nuevas ciudades y expandir las redes eléctricas seguirá una trayectoria ascendente robusta, proporcionando una estabilidad a largo plazo para los productores de estos metales. América Latina y el Perú: epicentro de la era mineral La confluencia de una dotación geológica única y el nuevo panorama geopolítico coloca a América Latina, con el Perú como un pilar fundamental, en el centro neurálgico de la Era de los Minerales Estratégicos. La región no es simplemente un proveedor, es el territorio estratégico donde se definirá el futuro del suministro global. La ventaja geológica de la región es innegable (Tabla 1). En cobre, Chile y Perú controlan más del 30% de Fuente: Hoja de ruta de la OTAN para la seguridad de la cadena de suministro crítica para la defensa (julio de 2024). Figura 5. Riesgo de abastecimiento de materias primas críticas para aplicaciones militares. Figure 5. Supply risk of critical raw materials for military applications. Source: Nato Roadmap for Critical Defense Supply Chain Security (Juli 2024). The speed of energy, digital and national security transitions may vary depending on policies and innovation. However, the demographic transition is a force with immense inertia that creates "non-negotiable" demand forming a base on which the more volatile demand for cutting-edge technologies is stacked. All of this implies that, even if the deployment of electric vehicles is lower, the fundamental demand for copper and aluminum to build new cities and expand electric grids will follow a robust upward trajectory, providing long-term stability for producers of these metals. Latin America and Peru: Epicenter of the Mineral Age The confluence of a unique geological endowment and the new geopolitical landscape places Latin America, with Peru as a key pillar, at the nerve center of the Strategic Minerals Era. The region is not simply a supplier; it is the strategic territory where the future of global supply will be defined. The geological advantage of the region is undeniable (Table 1). In copper, Chile and Peru control more than 30% of the world's reserves. And recent discoveries in Argentina should be added. In 2023, Chile was the world's leading producer, while Peru consolidated its position as the second largest producer, although in 2024 it was the Democratic Republic of Congo. In lithium, the "Lithium Triangle", formed by Argentina, Bolivia and Chile, holds more than 53% of the planet's identified resources. In 2022, Chile and Argentina alone accounted for almost 30% of the world's production.
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