25 AÑO 6 - Nº 294 / DICIEMBRE 2025 - ENERO 2026 La formalización es clave, no puede seguir postergándose. La nueva Ley MAPE debe sentar las bases para una minería artesanal moderna, integrada y sostenible. Una actividad que brinde empleo digno y que se distinga de manera firme e inequívoca de la minería ilegal que destroza el ambiente, las comunidades y la seguridad del país. Para ello, necesitamos fortalecer la trazabilidad de minerales e insumos, garantizando que los beneficios de la formalidad lleguen solo a quienes actúan dentro de la ley y con vocación de permanencia. Sin embargo, formalizar no basta si no recuperamos el principio de justicia y autoridad sobre el territorio. La minería ilegal se ha convertido en la mayor amenaza para el Perú: destruye ríos y bosques, alimenta redes criminales y vulnera a poblaciones enteras. Necesitamos una estrategia integral que abarque toda la cadena ilícita, desde la desviación de insumos hasta los canales de comercialización y exportación. No podemos permitir que la violencia en zonas críticas o los ataques a operaciones formales se normalicen. Si queremos que la minería formal siga aportando al progreso, es indispensable exigir el cumplimiento del Estado de Derecho.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTM0Mzk2