Por: Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining.

El litio es un metal de características particulares, es liviano y cuenta con el mayor potencial electroquímico, lo que lo convierte en el material ideal para la fabricación de baterías que puedan almacenar una mayor cantidad de energía y con el menor peso posible. 

En la actualidad es un metal requerido por la industria para la fabricación de baterías recargables, representando dos tercios de la demanda. El alto contenido de litio en baterías de vehículos eléctricos (mil veces más que la cantidad de un notebook por ejemplo), hacen que la demanda actual y, sobre todo futura, esté estrechamente relacionada con este producto.

Los autos a electricidad pasarán de representar el 6% en las ventas totales en 2021 al 30% en 2030 (30 millones de unidades), lo que implica un crecimiento anual esperado del orden del 24%. En 2022, de los cerca de 90 millones de automóviles que se espera vender, el 8% serían eléctricos, es decir, 7.2 millones, 24% más que en 2021. 

El crecimiento en el sector vehicular y otros empujarán la demanda de litio en 2022 un 20%, desde las 465 kt en 2021 a las 559 kt este año.

En los últimos meses la demanda se ha acelerado, tanto por la mayor penetración de autos eléctricos como por los estímulos de los gobiernos que en muchos casos ha incluido medidas que favorecen el desarrollo de esta industria, tendencia que debiera continuar en 2022. 

A mediano plazo, sin embargo, hay que tomar nota de potenciales riesgos, como su exclusiva dependencia de las baterías y el peligro de que un sustituto como el sodio pueda avanzar tecnológicamente, el crecimiento del reciclado de litio y de la tecnología del hidrógeno verde.

Otro riesgo proviene del fuerte incremento de la oferta. La producción de mina en el mundo se encuentra avanzando tan rápido como es posible, para atender la alta demanda antes mencionada. Es tal la cantidad de nuevos proyectos de litio, que la oferta tiene buenas chances de aumentar aún más rápidamente que la demanda por este metal.

Aunque actualmente Chile cuenta con las mayores reservas en el mundo (42%), es el segundo productor con el 26% en el ámbito global luego de Australia que ostenta el 55%.

En Chile, por su característica de recurso estratégico, el mineral de litio no es concesible, por lo que su explotación se debe efectuar por medio de empresas estatales o por los llamados Contratos Especiales de Operación del Litio (CEOL).