MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / ABRIL 2024 / EDICIÓN 559 69 mentos de la Caja Real” que presuntamente había sustraído y por fin que, si quería salir de estas tierras, nombrase un “garante”. Ulloa ya “a salvo” en Panamá, culpó directamente a don Carlos Balaguer, quien le había sucedido en el cargo, al punto de sostener que: “la mina quedaba en manos de un gobernador que sólo pensaba en enriquecerse y que se había rodeado de sujetos criminosos delincuentes y de lo más despreciable de aquel vecindario”. Sin embargo, pasada la trifulca, otro baldón le cupo a Santa Bárbara: en 1786 un terrible accidente causado por grietas en los estribos del socavón El Brocal debilitados ya por el sismo del siglo anterior hundió la techumbre de las labores, el desplome llegó hasta el pique de “El Nombre de Dios” distante media legua. Esta vez la desgracia mató a cerca de 200 almas entre japiris y godos. Sería el final de la opulencia de Santa Bárbara, nunca se recuperaría plenamente, y aunque siguió produciendo hasta la primera mitad del siglo XX, lo hizo sin los bríos de su perdida abundancia. Recopilando hechos los españoles en la colonia sacaron la plata sirviéndose del mercurio extraído del cinabrio por el simple procedimiento de moler y pulverizar el mineral para después calentarlo y recolectar sus vapores, acarreándolo luego hasta minas localizadas en lejanos parajes algunos cercanos tal el Cerro de Pasco, a otros tan lejanos como el Cerro Rico de Potosí en la región virreinal peruana de Charcas, y otros aún más lejanos, las minas de México y Guatemala, aunque estas colonias generalmente usaron el azogue del Almadén, también se beneficiaron del de Santa Bárbara cuando la mina española sufría algún percance. 4. Llenado de azogue en badanas.
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