REVISTA MINERÍA 537 | EDICIÓN JUNIO 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / JUNIO 2022 / EDICIÓN 537 69 Visto así, el nuevo cuadro sociopolítico al que ahora Centromin se incorporaba devenía en trágico y angustiante para cualquier mortal administrador por más preparación técnico empresarial que tuviese, de allí que la recomendación de los “consultores” y “expertos”, nacionales y extranjeros contratados para vislumbrar una salida, fue unánime: el Estado debía deshacerse de sus empresas comenzando por su joya, Centromin. Privatización Debido a su magnitud, para vender Centromin fue necesario hacer complejos ajustes a todo nivel, para lo cual se apeló a empresas expertas en ese negocio. En sí el estándar más destacado recomendado fue desguazarlo en partes más o menos armónicas aunque hubo otros que, ilusos pretendían se le rifase completo. Sin embargo, ambos coincidían que como previa acción sinequanon, la empresa debía deshacerse de las “cargas sociales” y a este aspecto atañen las siguientes cuartillas con datos y cifras referidas en el Libro Blanco de la Privatización de Centromin. De los obstáculos previsibles para la venta, sobresalía el hecho que la operación minerometalúrgica se obraba en las entrañas de la actividad urbana, circunstancia que solo había sido paliada por su conocida y necesaria interacción social, por eso los expertos recomendaron, cual oráculo, ejecutar una serie de acciones y así se hizo. Transferencia del sistema hospitalario Por Decreto Supremo W 29-92 PCM, del 1 de abril de 1992, la División Médica Centromin transfiere su infraestructura hospitalaria al Instituto de Seguridad Social (entonces IPSS) en pago de “adeudos por aportaciones”. Esto implicó la transferencia de seis hospitales con sus cinco postas médicas y el Centro Médico Externo de La Oroya. La excepción fue el Hospital General de Chúlec, por estar ubicado dentro del suburbio amurallado de Chúlec y así se mantuvo, no obstante más tarde sería comprendido entre los activos a promover en venta a la empresa que adquiriese la fundición de La Oroya. El complejo USE de Centromin El complejo educativo de Centromin tampoco se mantendría en pie, pues la indicación de los consultores también lo incluía y debía ser transferido al Estado. Lo que se consumó por un convenio suscrito entre Centromin y el Ministerio de Educación, RM 62-97-ED del 18/02/97, por el que se transfirieron los servicios educativos de Centromin al Estado. Una digresión, por aquel tiempo la empresa tenía a su cargo 30 centros educativos con 12,000 alumnos y 680 trabajadores (docentes y administrativos). El presupuesto anual promedio para esos años era de 9 millones de soles. En el contexto del remate de Centromin estas “cargas” sociales fueron las más fáciles de 3. Morococha, mina y viviendas. Al fondo parte del icónico Toro Mocho y el inmenso depósito de relaves mineros frente al pueblo.

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