MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / JULIO 2022 / EDICIÓN 538 5 Gestión social en tiempos complejos Editorial Desde la paralización del proyecto Conga en Cajamarca en 2011, en el país no se había registrado una movilización y afectación a instalaciones mineras como las reportadas desde el segundo semestre del año anterior, que ha llevado a importantes operaciones como Las Bambas, Antamina y Cuajone, a dejar de producir cuando empezaban a recuperarse del impacto de la pandemia por la COVID 19. Asistimos a tiempos complejos en los que se observa un empoderamiento de las comunidades, alimentado por el respaldo tácito desde el Ejecutivo que, en vez de promover demandas conducentes hacia un desarrollo sostenible inclusivo, ha devenido en pedidos en algunos casos desproporcionados y con una clara base monetaria. Este nuevo escenario, constituye un reto para la industria minera, pero también una oportunidad para reafirmar y perfeccionar la labor de gestión social que se realiza desde hace más de una década, con el fin de vincularla hacia una visión de desarrollo territorial. En ese orden, instituciones como el International Council on Mining and Metals (ICMM), de la que forman parte las principales empresas mineras globales que operan en el país, han actualizado sus guías de relaciones con la comunidad y los principios mineros, precisamente con el propósito de promover el desarrollo sostenible en forma integral. La idea es contar con herramientas para medir el impacto de los proyectos y programas sociales que emprenden las compañías mineras en sus áreas de influencia directa e indirecta, con el objetivo de presentar a la población cifras concretas de la oportunidad que constituye la minería y articular ese esfuerzo con la labor del Estado en sus tres niveles de gobierno. A ello se suma, la medición de variables de sustentabilidad, como la presentada en Chile por Alta Ley, plataforma que posibilita identificar el impacto de indicadores como la huella de carbono, huella hídrica y consumo energético, con la finalidad de demostrar no solo cuán alineada está la industria en la lucha contra el cambio climático sino también la procedencia y nivel de demanda de agua y energía sin afectar y en beneficio de su entorno. Sumado a estos esfuerzos desde el ámbito privado, se requiere el acompañamiento del Estado, para lejos de mostrarse permisivo ante las demandas con una fuerte carga de violencia, viabilizar el diálogo más que como un garante como un actor principal en la tarea de llevar desarrollo sostenible a las zonas más alejadas de los centros urbanos, para integrarlas en el círculo virtuoso del crecimiento con visión territorial de futuro. Como una industria madura, la minería está en condiciones de generar sinergias con el Estado en beneficio de la población tanto local como nacional. Su aporte puede ser mayor que el actual, en la medida que desde el ámbito gubernamental se formulen políticas a estándares internacionales, se fomente la competitividad del sector y se respete la ley en forma equitativa. No perdamos la oportunidad que como país tenemos de contar con importantes recursos y reservas minerales, que serán la base del cambio hacia una economía verde por la que transita el mundo en esta etapa de la historia de la humanidad. El Perú tiene mucho que aportar y ser un país desarrollado, solo se debe trabajar con base científica y aprovechando racionalmente las riquezas que posee, en lo que la minería juega un rol fundamental. Venancio Astucuri, director.
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