REVISTA MINERÍA 539 | EDICIÓN AGOSTO 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / AGOSTO 2022 / EDICIÓN 539 84 Empresa Metalúrgica de La Oroya (Metaloroya S.A.).- El CMLO sirvió de base para constituir Metaloroya S.A., cuyo accionariado total poseía Centromin y cuya actividad era la propia de una industria polimetalúrgica: fundición, refinación, comercialización y en menor grado, industrialización. En la primera venta, el acuerdo CEPRI No 23-97 del 08/03/1997 precalifica seis empresas: Glencore International AG., Asturiana de Zinc, Servicios Industriales Penoles SA de C.V., Compañía Parapanema S.A., Mineração Industria e Construção, Consorcio Renco Group Inc. y The Doe Run Resource Corp. La subasta pública se inicia con la recepción de los denominados sobres 1 y 2. El 14 de abril de 1997 luego de abrir el sobre 2, Industrias Penoles SA de CV gana la buena pro para hacerse con el CMLO, mas como sabemos luego lo “devolvería”. De acuerdo a las nuevas bases del concurso de venta del CMLO, se dató otro cronograma de privatización entre el 27 de enero y el 30 de junio de 1997. En aquel tiempo y con nuevas condiciones privatizadoras, el 10 de julio de 1997 el Consorcio The Renco Group Inc & The Doe Run Resources se adjudicó la buena pro, asegurando el 100% del accionariado de Metaloroya S.A. por un valor de US$ 121 millones. Luego se convino que el consorcio hiciese un aporte de US$ 126 millones a su patrimonio, equivalente al 51% del capital social y como complemento abonaría US$ 121 millones por la compra del 49% de las acciones que aún quedaban sin pactar. Atención aquí: su compromiso de inversión ulterior debería haber llegado a US$ 1,200 millones. Hoy vista a la distancia de los años la privatización del Complejo Metalúrgico de La Oroya fue el gran resbalón del Cepri Centromin, por decirlo en forma coloquial, pues contrastó con los procesos de privatización de sus otras minas, precisemos, para el CMLO el Cepri convino en una variante peculiar de privatización llamada de post capitalización apoyada en el aumento ulterior del capital de la empresa por un nuevo aporte monetario del inversionista ganador de la subasta, lo que le autorizaba a obtener como mínimo el 51% del accionariado. Ese “nuevo aporte monetario” habría de ser el punto flaco del contrato. Después de 25 años, La Oroya aún padece los sinsabores de graves indecisiones, pues el CMLO nunca llegó a despegar del todo y quizá confirme el adagio conocido entre los mineros: “La Oroya sin el apoyo tangible de sus minas no funciona”, pero esa minero amigo es otra historia que por ahora prefiero yazca en la privacidad de mi PC. Empresa de Generación de Energía Eléctrica del Centro SA (Electroandes).- Tal como vamos anotando la estrategia privatizadora de Centromin llevó a adecuar en empresas independientes sus unidades de producción (minas) y a sus “servicios”. Por este motivo 5. Patio FC Cerro de Pasco, 1951: merecido respiro de locomotoras Andes Class 2-8-0 Beyer Peacock. ¿Qué cielos agitarán ahora?

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