REVISTA MINERÍA 541 | EDICIÓN OCTUBRE 2022

MINERÍA la mejor puerta de acceso al sector minero MINERÍA / OCTUBRE 2022 / EDICIÓN 541 96 las habilidades y la salud que las personas acumulan a lo largo de su vida y que les permiten desarrollar su potencial como miembros productivos de la sociedad” (Banco Mundial, 2018). Lo que se plantea en términos sencillos es que parte de los impuestos que pagan las empresas generadoras de renta de tercera categoría se destine al diseño, financiamiento e implementación de proyectos, planes y y/o programas orientados a desarrollar habilidades productivas, aumentar competencias educativas y mejorar la empleabilidad de las personas, en particular aquellas ubicadas en zonas donde se encuentran los proyectos extractivos. A través de este mecanismo se busca formar o fortalecer competencias educativas entre estudiantes de primaria y secundaria, competencias académicas para universitarios e inscritos en carreras técnicas, capacidades laborales para trabajadores calificados o no calificados, y, finalmente, competencias en materia de gestión empresarial para aquellos que incursionen o deseen hacerlo en emprendimientos productivos. Esto debido a que la única manera de aprovechar realmente los recursos que genera la actividad privada, en especial la minería, es mediante la formación y generación de capital humano. Entonces, si se incrementan los conocimientos y destrezas de la población, se podrá gestionar mejor el presupuesto público que administran gobiernos distritales, provinciales y regionales, así como el canon minero y regalías, ya que estas instituciones contarán con personal debidamente calificado. Nótese que el déficit que caracteriza a estas entidades es principalmente en materia de gestión pública, lo que imposibilita el desarrollo y más bien estimula o fomenta la corrupción. Se considera que de ese modo se generarán nuevos liderazgos locales que permitan la atención de las grandes necesidades de la población. Este mecanismo podría aplicarse para promover, por ejemplo, oportunidades de negocio y distintas actividades empresariales de manera que los emprendedores locales, una vez capacitados gracias a programas financiados por el nuevo mecanismo de Desarrollo Humano y Productivo por Impuestos (DHPxI), se conviertan en proveedores calificados de municipios y compañías con la finalidad de obtener contratos como los de construcción de obras de infraestructura pública y privada. De esa forma, no solo crecería el empleo a nivel local, sino que los recursos generados se redistribuirían en la propia localidad. Entre los beneficios potenciales de su implementación se presentan los siguientes: a) La disminución progresiva de brechas sociales en materia de capacidades humanas entre zonas rurales y urbanas (ciudades modernas) en educación, productividad, empleabilidad, salud, etc. b) La reducción de la corrupción en la gestión pública debido a la existencia de ciudadanos comprometidos realmente empoderados y capaces de administrar y supervisar mejor la asignación de recursos públicos. c) La generación de liderazgos locales y un cuerpo de burócratas competentes que mejoren el desempeño o performance de las entidades públicas. d) La dinamización de la economía local al fomentar

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